THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

miércoles, 23 de enero de 2008

Buenos días


He recorrido muchos bares, muchas cafeterías. Encuentro placer en la soledad del café con leche sobre la mesa mientras una libreta engendra frases a su lado. Mi mano intenta mantener el ritmo que mis pensamientos imprimen. Podría hacer un memorando de todo lo escrito en esos bares, qué lugares. El momento ideal, la mañana. La tarde es para bajar las persianas. Viviría en una mañana eterna que mantuviera humeante el café. Aunque todo cansa y el sentido de la mañana viene marcado por la irrealidad de la noche. Los ciclos completan su recorrido con la verdad de lo irreparable.
Albert dice que le gustaría vivir un tiempo en Brasil, lo dice al compás de una canción de Caetano Veloso. A mí en Ciudad de México. Cuando estuve allí mis pies se enraizaban al suelo, no querían marcharse. Me quedé con ganas de más.
De repente me pesan dentro todas las cosas de la casa. Como si cargara con ellas en mis idas y venidas. Qué extraño, el cuerpo de los objetos. Cuánto misterio en silencio alumbrando las esquinas. El viajero que huye tarde o temprano detiene su andar. De ahí las estatuas siempre mirando a sus espaldas, por si las persiguen.
Je fais chaque jour une course vers la sillage de ton sense. Je suis arrivé.

2 comentarios:

Imaginari dijo...

yo me iría a cicely, si existiera, a ver alces, la aurora boreal y a escuchar como susurran los arboles.

Anónimo dijo...

Hay un lugar para cada momento del día. Pocas cosas más increibles para los sentidos que el melancólico despertar en Londres con lluvia, niebla y música de los Smiths. Las tardes son para pasear por la ciudad eterna y detenerse a degustar un cappuccino; y al caer la noche ir a cualqier club de Berlín a escuchar buena música electrónica.

Somos lo que vivimos por eso el lugar donde estamos lo convertimos en nuestra nueva casa y cuesta arrancar los pies del suelo.

Atiko