...Y los sueños cine son, reza la canción de Aute. La experiencia de la sala oscura es imprescindible en el discurrir de mi vida. A veces secuencias enteras me han perseguido semanas, meses, incluso años. Imágenes ajenas se me han colado en el subconsciente. Diálogos escritos por otros han venido a formar parte de mi memoria sentimental. Amo el cine. Amo el cine porque amo las historias. Y amo al ser humano aunque haya tiempo también para detestarlo.
‘Expiación’ dirigida por Joe Wright es la explicación de por qué algunos actores o actrices son más grandes que el Everest. Ahí está Miss Redgrave en los cinco minutos finales para darle sentido a un film en exceso preciosista bajo cuya capa se intuye una de esas novelas que marcan. Pero la huella que todavía se hiende en la playa de mi recuerdo a pesar de las olas de la cotidianidad es ‘En el Valle de Elah’ de Paul Higgis. La lucidez que se desprende de esta película es tan cegadora que duele a cada plano que pasa. Guión, interpretación y dirección ofrecen un retrato sin concesiones sobre la miseria humana que acarrea cualquier guerra, la guerra de Irak. Y si antes destacaba a Miss Redgrave, aquí basta el brazo izquierdo de Susan Sarandon colgando impotente mientras su personaje y el de Tommy Lee Jones, unos padres desolados, se alejan por el pasillo de una base militar.
‘Expiación’ dirigida por Joe Wright es la explicación de por qué algunos actores o actrices son más grandes que el Everest. Ahí está Miss Redgrave en los cinco minutos finales para darle sentido a un film en exceso preciosista bajo cuya capa se intuye una de esas novelas que marcan. Pero la huella que todavía se hiende en la playa de mi recuerdo a pesar de las olas de la cotidianidad es ‘En el Valle de Elah’ de Paul Higgis. La lucidez que se desprende de esta película es tan cegadora que duele a cada plano que pasa. Guión, interpretación y dirección ofrecen un retrato sin concesiones sobre la miseria humana que acarrea cualquier guerra, la guerra de Irak. Y si antes destacaba a Miss Redgrave, aquí basta el brazo izquierdo de Susan Sarandon colgando impotente mientras su personaje y el de Tommy Lee Jones, unos padres desolados, se alejan por el pasillo de una base militar.
De la inocencia a la monstruosidad media un hilo tan endeble que da miedo mirarse al espejo. A David las piernas le tiemblan cada vez que lanza su honda y al despertar a la mañana siguiente Goliat sigue allí, plantado en mitad del Valle de Eliah. O acaso al día siguiente ya David es Goliat.
Après toi, je suis retourné a la tendresse d’une barbe à papa. Plus que les nuages de ma imagination me plaît la transparence de l’eau. Après toi, ma regard.
Après toi, je suis retourné a la tendresse d’une barbe à papa. Plus que les nuages de ma imagination me plaît la transparence de l’eau. Après toi, ma regard.
1 comentario:
Tienes razón. Nos gusta el cine porque tal vez la misma vida sea una película o una obra de teatro. Hay mil escenas y diálogos que permanecen en mi mente como aquella del padrino que dice: "Si hubieras mantenido mi amistad, los que maltrataron a tu hija lo hubieran pagado con creces. Porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a ese le temen".
Habrá que ir a ver esta película.
Atiko
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