THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

viernes, 5 de septiembre de 2008

Incompatibilidades con la moda


¿Por qué es incompatible ser mujer, ser política de izquierdas y vestir de Armani? No lo entiendo. ¿Si me visto de Armani voy a defender peor los intereses de los que sufren más? ¿El vestido me incapacita las neuronas en el mismo momento en el que me lo enfundo? ¿Transforma mi lenguaje y me hace pija de repente? ¿Una pija sin sentimientos que da codazos y pisa al que tiene al lado para seguir escalando hasta una cumbre que no tiene fin? ¿Acaso para ser de izquierdas hay que ser fea, vestir zarrapastrosa y hablar con palabras que enorgullezcan al viejo Marx en su tumba? ¿Y si las ministras de izquierdas se hacen todas una sesión de fotos para Vogue, inmediatamente después perderán todas sus facultades y todas sus habilidades para dirigir su ministerio? ¿Se derechizaran inmediatamente como tocadas por una barita mágica cabrona? ¿Es que no hay actores y actrices que son progresistas o escritores y escritoras progresistas que tienen gafas Doce & Gabanna adoran a Balenciaga y tienen algún traje de Ives Sant Laurent en sus armarios y defienden posturas de solidaridad y compasión y valores universales morales y éticos? ¿El hábito hace al monje? ¿Por qué unas y otros sí y las políticas no? Ah, claro, porque los actores y actrices y los escritores y escritoras son mentes brillantes que deben vender un producto y tienen que promocionarse, dependen de su imagen. ¿Y los políticos y políticas no? ¿No es uno de los objetivos de un político o política también venderse de algún modo para que le voten? Ya, pero en ellos está vetado ir bien vestidos porque la ostentación de su vestimenta puede confundir al electorado que inmediatamente va a pensar, estas políticas son ‘fashion victims’ y en lugar de pensar en la ciudadana y el ciudadano castigado por la crisis quema su tarjeta en las tiendas de moda y lo hace con dinero público, por supuesto, con dinero que pagamos todos.
Sinceramente, a mí me pone de los nervios tanta tontería.
Que cada una vista como quiera de acuerdo a sus gustos. Y si son políticas que se las critique por su gestión, no por si visten de Victorio & Lucchino o de David Delfín.
Ahora que lo pienso, menos mal que no hay ninguna política que le haya dado por vestir de Ágata Ruiz de la Prada, porque a esa la descuartizan seguro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja... ¡completamente de acuerdo! Me estoy imaginando a la vicepresidenta con mi vestido de carnaval de Ágata... ja, ja, ja... mucho mejor de Armani...

SBP dijo...

Creo que el problema es más ¿de dónde sacan el dinero? Mientras yo no llego a fin de mes van mis políticos luciendo pasarela y para colmo la princesa se opera la nariz en plan "para corregir problemas respiratorios". ¿Lo hizo en la seguridad social o bajo el bisturí de un reputado cirujano plástico?
Más que ostentación, lucir marca en caso de servir a la patria es desfachatez. Aunque reconozco que soy trabajadora pública y mis gafas son D&G.

Laura Freijo Justo dijo...

stella, hace poco han salido publicados los sueldos de los políticos. sospechar que se compran la ropa con dinero público me parece un tontería, sobretodo teniendo en cuenta que a un político las cuentas se le miran con lupa y si hay irregularidad sale a la luz de un minuto a otro. acuérdate del político del pp que cargaba la visa pública en prostitución y drogas cómo lo engancharon al cabo del tiempo. lo de la princesa ya es arena de otro costal, porque aquí entraríamos en si se es republicano o monárquico y eso es algo distinto. creo que comprarte una prenda que te gusta que coincida que es marca y te favorece no es ninguna desfachatez, seas de la profesión que seas. tú misma reconoces que tienes unas gafas D&G. insisto en que debe juzgárseles por su gestión no por su apariencia. a mí no me gusta que lo hagan conmigo. tanto si llevan tejanos como si llevan un diseño de balenciaga. allá ellos y ellas con la inversión de sus sueldos.

Club dijo...

jajajaja
eyyyy
vente a mi casa y explicaselo a mi padre que me dice a cada momento que soy una sociata de tres al cuarto.. grrrr

Anónimo dijo...

Pues a mí sí me parece incoherente gastarse un millón de pesetas en un vestido y luego ir de progre, a lo Ana Belén...

Aunque no tengo muy claro dónde está la línea...