THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

sábado, 8 de enero de 2011

Algunas notas en mi libreta


Me llegan historias de personas que, aferrándose con uñas y dientes a sus sillas, se alegran de los beneficios de sus empresas mientras dejan caer como quien no quiere la cosa que va a haber de prescindir de los servicios de quién la escucha. La falta de solidaridad y compañerismo empieza a campar a sus anchas en el personal de las empresas que, bajo la presión del miedo, acepta cualquier tipo de condición laboral que tiempo atrás hubiera sido centro de quejas y reivindicaciones. La desconfianza generalizada penetra hasta los últimos capilares de la sociedad. Mientras, el gobierno central, firma relaciones comerciales con el gran monstruo de las economías emergentes, China, país que aparte de ser junto con Irán el que más muertes aplica por ley, tiene a un premio Nobel en la cárcel, han aplacado con violencia radical protestas estudiantiles y cuyas condiciones laborales en competencia con las nuestras nos hará mermar en nuestros derechos. Pero que vengan, que vengan los chinos y compren deuda externa y nos salven el culo de momento. Luego el gobierno de la Generalitat, al que sigo con prudencia puesto que está en sus primeros movimientos y toma de decisiones, suprime el programa contra la violencia sexista y, según se afirma, dependerá de seguridad que controlará la acción contra las agresiones machistas. Y puestos a levantar una voz crítica diré que no me gusta que el Departament de Salut me envíe cartas para hacerme consciente de lo que gasto en sanidad cuando hago uso de este derecho; también podrían enviar a todos los trabajadores y trabajadoras cuánto cotizan a lo largo del año o, ya puestos, sus nóminas y prebendas para que seamos conscientes de cuánto nos cuestan sus cargos, o tal vez puede que empiece a enviarle cartas a la Generalitat de cuál es mi situación económica actual y de como merman mis ahorros por el mero hecho de vivir, supongo que su trabajo se haría bastante más difícil si cada día las conselleries se inundaran de cartas con los dramas personales que vive la ciudadanía, siempre y cuando las leyeran, claro, lo más seguro es que las acumularan en montañas que luego triturarían, porque les importan mucho más las estadísticas que las personas. Y esto último va por toda la clase política, gobiernos y oposición.
Menos mal que siempre nos quedará la literatura. Dejo atrás todas estas notas acumuladas en mi libreta durante los últimos días y me adentro en un interesante artículo sobre Patricia Highsmith en el suplemento 'Babelia' de 'El País' a propósito de la publicación de la biografía de la autora de 'Carol', la primera novela homosexual femenina con final casi feliz. Una escritora de mucha sombra que escribió con voz descarnada 'desde muy pequeña aprendí a vivir con un intenso odio que me hacía tener sentimientos asesinos'. Una mujer que a los doce años también escribió que era un chico en un cuerpo de chica. Una trayectoria brillante como autora y amplia como amante, tanto con mujeres como algunos hombres. La biografía, titulada 'Patricia Highsmith. El talento de Miss Highsmith', es de Joan Schenkar.
Pero que no se pierda la ilusión, que el año comienza y los reyes no se olvidaron de nosotros.

2 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Me enerva lo de las cartitas. Yo, sin exagerar Paula, hace 14 años que no cojo una baja laboral y cotizo sin parar desde los 16 y tengo 40. Creo que no he gastado lo que cotizo ni de lejos. Ginecólogo, privado, debido a las listas de espera y cuando esto indispuesta voy a la farmacia. ¿has leído Carol? Es maravillosa, me marcó Paula. Si no la has leído hazlo, no te defraudará. Me cuentas.
Besos

Laura Freijo Justo dijo...

Sí, leí Carol hace muchos años y me gustó mucho, la verdad, hasta una vez hace mucho tiempo escribí un post imaginándome como la Highsmith escribía Carol tras conocer a una mujer en los grandes almacenes donde trabajó antes de que le viniera el éxito con 'Extraños en un tren'. Un besote!