THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

martes, 16 de agosto de 2016

Some sentences horror in summer





Y lo comprendimos porque figurábamos entre los PRESENTES, pertenecíamos a la poderosa raza de los zekos, única en la tierra capaz de comerse CON FRUICIÓN unos tritones.
Archipiélago GULAG, Alexandr Soljenitsin.

Últimamente pienso en el veneno. Me caen bien los insectos, sin embargo en casa me molestan y los elimino. Quizás haya seres a los que les caemos bien pero a quienes molestamos, por eso aumenta el veneno en nuestro medio ambiente, en nuestros alimentos, en nuestros genes, en nuestra educación. Hay muchos tipos de venenos.
Lo peor de los venenos, la tortura. El via crucis que nos mata pero sin la gloria del sacrificio religioso. ¿Hasta dónde podemos soportar el sufrimiento? Cuando era pequeña, durante las vacaciones de verano en el pueblo, siempre me pareció una salvajada atravesar el abdomen de un grillo con una pajita. Eso no me impidió disparar una escopeta de balines y matar algún pajarito. En el horror hay niveles.
Me caen bien las ratas también. El otro día con Diane, mientras tomábamos unas cañas, una rata desorientada correteaba aturdida entre las mesas de la terraza. Estuvo unas dos horas dando tumbos sin reencontrarse con la entrada a su submundo. Nos gusta pensar que vivimos en un mundo alejado de las alimañas. Al cabo de esas dos horas, alguien del bar decidió eliminarla. La mató con un palo a golpes. Las ratas se parecen a los seres humanos en muchos aspectos. Y en algunos nos superan. Una lectura para este verano: El policía de las ratas, extraordinario cuento largo de Roberto Bolaño que descubrí gracias a Sandra Bustamante, durante el taller VERSIONANDO. Una rata no mata a otra rata.
Todo lo que nos parece feo nos repulsa, si además está vivo y se mueve y no puede hablar para que nos compadezcamos de su existencia, lo exterminamos. Da igual si supone una amenaza. Cuestión de estética.
En una elipsis brutal que asocia veneno con tortura y tortura con método de prevención de posible amenaza, pienso en Guantánamo. Esa punta de iceberg que delata lo que todos sabemos: el ser humano sigue torturando en pro y defensa del ser humano. En muchos espacios sin nombre del globo terráqueo, más allá de Guantánamo. Siempre he pensado que un acto memorable de despedida de Obama sería clausurar Guantánamo. Ahora no lo tengo tan claro. Las cloacas donde viven ratas y otras alimañas que despiertan nuestros venenos internos -asco y miedo son hermanastros- son lugares que respetan más la vida que nuestras cloacas.
Ojalá el calor de este verano que exuda toxinas, evaporara poco a poco el veneno que a menudo nos posee.



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