Últimamente
he estado algo preocupada. Mis últimas siete novias son
independentistas.
- Laura,
te falta estabilidad, siete novias en tres años denota inmadurez
por tu parte – me dice mi mejor amigo.
- Berto,
no es eso, ¡todas son independentistas!
Líbreme
el Altísimo de tener prejuicios en contra de cualquier idea política
legítima. Pero claro, con lo que me costó en su momento aceptar que
me gustaban las mujeres y luego que estoy siempre de lo más
lesbiana, ¿y si ahora ya para los restos de los restos solo me
gustan las mujeres independentistas de Catalunya? Que se entiende,
eh, son todas tan guapas... Pero, ¿qué palabra encuentro para
definirme? ¿Ya no me voy a sentir nunca atraída por ninguna
española o ninguna italiana o ninguna austríaca o ninguna oriental
o ninguna extranjera de sí misma?
La
última novia que tuve la conocí un día que mi anterior novia me
llevó a un cónclave de la Assemblea
Nacional
para demostrarme que allí nadie se come a las catalanas que son
gallegas, les mola
ser españolas y aspiran al pasaporte mexicano. ¿Quiere eso decir
que le puse los cuernos? No, solo cambié de territorio anímico
corporal.
Mi
última novia apartó delicadamente a la penúltima con una expresión
que me dejó tocada, teniendo en cuenta el escenario. She
said, excuse me.
Y es que bajo la educación elegante, a veces se esconden
determinaciones imposibles de eludir. Y eso lo saben bien los chicos:
cuando una mujer quiere algo, no hay formas que la frenen.-
- Ens
coneixem? - va dir l'última,
que quiere decir, dijo la última.
El
subtexto de la pregunta era una afirmación. Como si me conociera. El
resto de la historia, mejor no lo explico. Hay cosas que una dama, o
sea, una servidora, debe guardarse para su diario íntimo y para las
top
ten
de sus ciento cincuenta mejores amigas, si así se lo pide el corazón
después de una buena sesión de diván insuficiente.
Ahora
he dejado de preocuparme por quién me gusta o me deja de gustar, son
cosas que pertenecen al rango de las inclinaciones naturales del ser,
pero quisiera recordar unos versos que escribí hace algunos años:
La
meva pàtria / és
el cos d'una dona / casa meva / el seu ventre / i la seva ànima /
la
meva. Mi patria / el cuerpo de una mujer / mi casa / su vientre / y
su alma / la mía. My land / is a body from woman / my home / her
belly / and her soul / I belong it.
Columna publicada en la revista MagLes por Laura Freijo en diciembre de 2014
A UN OCÉANO DE MANHATTAN
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