Siempre que una editorial saca al
mercado un libro, ya sea en papel o electrónico, me pregunto la
necesidad de seguir rellenando el posible cementerio al que, pasado
un tiempo, van a parar los ejemplares que no se vendieron. Cuando
hace muchos años empezaba a escribir en serio y husmeaba las
estanterías y los expositores de las librerías, me imaginaba un
libro -solía ser el gris de Anagrama- con un título y mi nombre y
apellidos -los dos, gráficamente encajan mejor- al lado del resto. Pero a continuación
me planteaba: ¿Para qué? ¿Acaso es imprescindible? ¿Será mi
novela una de las que salva la memoria de los hombres y mujeres del
futuro en Fahrenheit 451? Hablando un día con Lázaro Covadlo, el
curioso escritor argentino afincado desde hace años en Barcelona,
consiguió que lo viera de otro modo. Lo peor es que no puedo contar
cómo me convenció, he olvidado el argumento que utilizó, pero la
conversación me hizo cambiar de visión: ¿por qué no?
Aun así, por inercia natural, cada vez
que un libro se publica, sigo preguntándome: ¿Hace falta? Pues
bien, puedo decir clara y llanamente que Barcelona, ciutat de
teatres, de Xavier Muniesa y Carme Tierz, no solo hace falta sino
que es imprescindible. Gracias a su recorrido por los entramados de
inauguraciones, auge, decadencia y cierre de multitud de teatros,
contemplamos cómo la cara de la ciudad se va transformando, y cómo
la política, el arte y la sociedad oscilan de un lugar a otro.
Conociendo como conozco a sus autores, sobre todo a Carme Tierz, con
quien he tenido el placer de trabajar, Barcelona, ciutat de teatres
es un libro preciso, escrito desde la pasión; un libro que pone de
manifiesto una profesionalidad y un rigor que a menudo se echan en
falta. Pero no solo eso. Quizás, para mí, lo más importante de
estos dos periodistas-escritores es su amor por el teatro en todos
sus planos, en todas sus facetas, que ahora se ven ampliadas desde el
lugar mismo en el que se produce la entrega del artista al público.
Y eso se nota.
La presentación en la Sala Gran de La
Seca el lunes 16 de diciembre contó con el prólogo de Ramón Simó,
director actual del Festival GREC. Ramon Simó destacó la vitalidad
con la que está elaborado el libro y cómo podemos encontrar la
historia del teatro de esta ciudad en sus páginas. Realizó una
panorámica histórico-social-artística que nos recordó aspectos
que en ocasiones solemos pasar por alto. Épocas luminosas y épocas oscuras
que coinciden con aperturas y cierres de teatros en la ciudad. Un teatro es además de un edificio arquitectónicamente más o menos
atractivo, cultura viva que
se manifiesta como una puerta abierta al intercambio político o
intelectual o social así como un punto de encuentro donde la comunicación
fluye en su sentido más humano. Y si el acto teatral precisa de un
edificio donde se sucedan estos intercambios, el propio acto teatral,
apuntó también de manera sencilla, sigue siendo un hecho activo en
el que damos y recibimos.
Carme Tierz y Xavier Muniesa recogieron
el testigo dejado por la hermosa introducción de Simó y se lanzaron
a explicar, no solo el proceso de escritura, sino también jugosas
anécdotas que vale la pena que las vayáis a buscar directamente a
las páginas de este libro imprescindible que era necesario que
alguien se atreviera a materializar.
El otro libro que da título a este
post es 44 mundos adeshoras, una antología de relatos,
ilustraciones y poemas que reúne a 44 escritores y escritoras y que
contiene en el título el nombre de su editorial, Adeshoras, ya que
es el leit motiv que vertebra, de forma central o colateral,
los escritos y las ilustraciones que aparecen publicados. Lo bonito
de este libro, aparte de compartir cartel con escritor@s/creador@s a l@s que admiro y quiero, como Eva Hibernia,
Abilio Estévez o Teresa Urroz, no solo radica en su cuidada edición
y su preciosa portada, sino en que todos los artistas que
participamos cedemos los derechos de autor a Médicos sin fronteras y
Pallasos sin fronteras. Un pequeño, minúsculo acto, si se quiere,
dentro de este mundo plagado de injusticias y desigualdades. Y aunque
siempre haya creído que uno se da lo mismo tanto en un post gratuito
de un blog como en una actuación en la que se cobra un alto caché,
pues hay respuestas tales como una sonrisa, una carcajada, una
lágrima o una réplica de amor que generan una ilusión, una
esperanza, una catarsis reparadora en el público, sea del continente
que sea, también es cierto que iniciativas solidarias con voluntad
de regalar cultura son necesarias en el mundo en el que
vivimos.
¡Felices fiestas para tod@s!
1 comentario:
un beso a buenas horas.eva
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