THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

domingo, 9 de marzo de 2008

El día después


El otro día una compañera de trabajo dijo algo así como primero van los hombres, luego los del armario y luego vamos nosotras. Y yo añadí y al final las lesbianas. Claro, mujer más mujer final de la cola, asintió.
Un ocho de marzo empañado por la sombra alargada del último atentado. Inmediatamente aparece un pensamiento que no es mío pero que hago propio: me entristece que hayan matado a un hombre, pero el martes veintisiete mataron a cuatro mujeres y el olvido las sepulta. ¿Es que hay muertos de primera y muertas de segunda clase?
Y ayer, mientras a mi manera celebraba el día de la mujer trabajadora, se me ocurrió que los muertos por terrorismo la sociedad piensa que se pueden evitar porque hay una organización al servicio de unas ideas, que hay alguien concreto a quien detener, a quien rendir. En cambio, esos hombres enloquecidos, febriles y maltratadores que matan a sus mujeres o ex mujeres no son controlables, son brotes de lo inevitable, de algo que se considera un mal difícil de atajar. Y a nadie le gusta enfrentarse a lo inevitable, a aquello que hagas lo que hagas va a suceder igual. Pues hay que cambiar este pensamiento, de lo contrario las muertes por terrorismo machista seguirán su curso. Me niego a considerar inevitable algo que las marcas en la piel y las múltiples denuncias que abarrotan las comisarías están anunciando como próximo.
Existen datos que ponen la piel de gallina. La violencia contra las mujeres ni siquiera es un delito tipificado en 102 países y la violación dentro del matrimonio tampoco lo es en 53 países.
Esta mañana el colegio electoral al que he acudido a depositar mi papeleta estaba abarrotado de gente. Curiosamente la cola más larga era la de la mesa 48, la mía. Todavía no había leído el diario que llevaba ya debajo del brazo. Un chica de veinte años llamada Sandra había alzado su voz enrabietada y dolorida para pedir que quien quisiera solidarizarse con su padre fuera a votar.
Elle ne savait pas que c’était impossible, alors elle l’a fait

1 comentario:

Ripley dijo...

EStoy de acuerdo con todo lo que dices, ciertamente el terrorismo politico es un enemigo definido pero el machista está en todos los sitios y esa generalidad le quita muchas veces su importancia. Me siento muy mal cuando oigo "la pobrecilla ha tenido mala suerte", ¿mala suerte?, o un " eran un matrimonio modelo, nunca han dado un escándalo", ¡cuantos ciegos, sordos y mudos!. No se cual es el remedio contra la violencia de género pero, desde luego, los medios utilizados hasta el momento son ineficaces. un besito