THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

lunes, 28 de junio de 2010

Un alemán que habla portugués o menos samba e mais treballar


Barcelona está a punto de convertirse en una sauna. Puede que ya lo sea. Esta tarde son las lecturas dramatizadas de ‘La sombra’, de Isabel Díaz y de ‘La Sal’, de Eva Hibernia. Con ellas se cierra el I Cicle de lectures dramatitzades d’autores contemporànies, Primavera Vaca en la sede del SGAE. Visibilizar el trabajo escrito individualmente y en la soledad del ordenador o del cuaderno de la autora es algo muy importante. Y más si se hace en lectura dramatizada ya que supone un campo de pruebas para experimentar y para que la autora tome notas de aquello que no funciona, de aquello que le hace perder ritmo a la escritura y a los personajes, de aquello, en definitiva, que dificulta la comunicación escenario-público. Además motiva a la autora para que siga escribiendo, para que siga produciendo ya que en Catalunya así como en el resto del Estado se estrenan, en proporción a los clásicos, a la autoría extranjera y a la autoría masculina, pocos textos de autoras contemporáneas. Por eso hay una necesidad de visibilizar este trabajo; a veces, no pocas, los programadores de los teatros públicos funcionan más por el nombre del autor que por la calidad de los textos, a las pruebas me remitiría si pudiera, pero no voy a entrar en más polémica. Cría fama y échate a dormir que las flores seguirán creciendo en el jardín. Es un dicho que funciona en todos los sentidos, tanto en el bueno como en el malo. Pero no hay que rendirse, ‘no capitulen’ que dicen los alemanes.
Está claro que lo primero que tiene que primar es la calidad del texto pero a la hora de elegirlos me tomo la libertad de afirmar que influyen muchos factores externos que al final dejan la calidad en un término paralelo, cuando no secundario, entre los criterios electivos. De ahí que os siga recomendando que vengáis a las lecturas vaca, que acudáis a los espectáculos que proponemos en otras épocas del año. Siempre lo hacemos en condiciones muy precarias, con presupuestos muy condicionados por los recursos que nos conceden las instituciones que ahora están recortando más que nunca, pero dónde puede verse calidad y pasión y talento. Y también es cierto, no os voy a engañar, pruebas fallidas. De ahí que el público siga teniendo el derecho a pataleo. Pero lo que está claro es que a algunos se les permite que tengan pruebas fallidas y a otros/as no y eso tampoco es justo. Desgraciadamente en este país no hay cultura del mecenazgo que sería muy interesante porque yo hace tiempo que dejé de creer en las subvenciones, me parecen una trampa para el artista y un paraguas para que unos cuantos se beneficien de ellas bajo un criterio personal que siempre es muy subjetivo y suele beneficiar a los mismos. Y sino mirad las carteleras de los teatros públicos. Los privados es cierto que ofrecen espectáculos que buscan la comercialidad pero al menos son honestos. Claro que hasta los privados suelen recibir subvenciones, porque lo dicho, en este país el teatro sin subvenciones no sobreviviría. No sería una Argentina donde el corralito parece que impulsó con más fuerza el teatro. Gente que ensayaba seis meses en una casa sin saber si iba a tener oportunidad de estrenar o no en un teatro el trabajo realizado, muchos de ellos seguro que se quedaron en el camino, nosotros sólo hemos visto los de cuentos de hadas, por supuesto, no los fallidos que han debido ser muchos.
En fin, que al final he acabado hablando de subvenciones, pero yo de lo que quería hablar es de que esta tarde se cierra el ciclo de lecturas dramatizadas Primavera Vaca a las siete de la tarde en la Sala Mompou de la sede del SGAE aquí, en Barcelona, de lo demás ni caso, son elucubraciones mías discutidas bajo la luz de algunas velas con amigotes y amigotas que también se dedican a esta cosa de la creación teatral. Menos samba e mais treballar, que diría un alemán que habla portugués.

4 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Paula, ¿podías explicarme un poquito más como son esas lecturas dramatizadas? Supongo que se actúa sobre un texto, como si fuera teatro. Imagino que hay una parte en ese mundillo de vocación porque por lo que cuentas nadie se hace rico.
Un beso amiga.

Laura Freijo Justo dijo...

Hola Rosalía, las lecturas dramatizadas que solemos hacer las vacas van un poco más allá de la típica lectura con el atril, interpretada y sentados todos los actores y actrices en sillas. Suele haber movimientos, músicas, canciones, a veces proyecciones de video y algún trozo de texto sabido de memoria que siempre ayuda a aligerar el ritmo, cosa muy importante en una puesta en escena. Digamos que en una de nuestras lecturas dramatizadas se puede ver un principio de propuesta escénica que significaría un semi-montaje, cosa que deja entrever qué haría la directora en un montaje final, te da serias pistas.
En 'este mundillo' como tú lo llamas y haces bien, poca gente se forra, aunque hay gente que hace mucho mucho dinero, no te vayas a creer. Si nos conocemos algún día te daré datos de gente que realmente se ha forrado. Pero te pongo un ejemplo, 'El método Groholm' dio una enorme cantidad de dinero a su autor y a sus productores, de hecho la escasez de material que llame al gran público hace que en septiembre regrese. Los demás vamos atrampando como podemos, ya sabes, de aquí, de allá y de algún trabajo más o menos regular que hacemos compaginándolo con el teatro, cosa que desgasta muchísimo. Pero como dice mi madre, quien algo quiere algo le cuesta.
Gracias por seguir ahí, ojalá tuvieras mano con la programadora del Escorxador y le hablaras de este ciclo porque sería perfecto ir a Lleida. Cuando acabemos voy a comentarlo con las compañeras, a ver qué...

Un besote, amiga!

Anónimo dijo...

Je,je,je...a mí me ha gustado la última parte de tu entrada; las elucubraciones bajo la luz de las velas con amigotes y amigotas...ah, y con las dos chicas samberas...muy monas...Paula, no des ideas a Lía que ya me veo arrastrada en contra de mi voluntad al Escorxador...ja,ja,ja...Anda, anda, que sois igualitas.
Un besazo maja.

Laura Freijo Justo dijo...

Sí, sí, solemos rajar lo nuestro cuando nos encontramos, jejeje... Ostras, ¿y no es bonito que te arrastre tu chica a algún lado? jejeje
un besote!