THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

jueves, 16 de diciembre de 2010

Creo más cosas, pero por hoy es suficiente


En un mundo con sobreinformación de todo tipo, donde las versiones oficiales son cuestionadas una y otra vez y desacreditadas por reportajes, documentales, noticias, opiniones, etc, de la red ¿Qué creer? ¿Cómo posicionarte? ¿Dicen los medios la verdad o son manipuladores de la información que reciben o tal vez manipulados por el poder? Soy de ese tipo de crédulas que, habiendo trabajado en algún medio de comunicación, todavía cree en lo que éstos dicen, todavía creo que esta sociedad europea es uno de los últimos reductos de democracia moderada y libertades razonables en comparación con el resto del mundo; un oasis. Llámame tonta, qué quieres. Y en este mundo sobrecargado también creo que una de las herramientas más importantes que tenemos es nuestra intuición que, si se quiere, puede decírsele también sentido común.
No creo en la pureza de las cosas, ni siquiera en el chocolate negro que me encanta. Tampoco en la perfección en la que se basan muchas ideologías, eso no quiere decir que no se intente siempre hacer bien las cosas. Ni siquiera en los cielos donde Dios gobierna, soy una católica extraña, de hecho alguien me observó en este mismo espacio que si la Iglesia supiera de mis características me excomulgaría, pero yo sigo pensando que el catolicismo no se preocupa de perseguir obsesivamente a sus ovejas 'algo descarriadas', adoro entrar en las iglesias y rezar en ellas y no me parece que un día se me vaya a aparecer nadie que me barre el paso. Creo por otra parte en la contradicción como manera de avanzar en todos los campos. Leí una vez que un genio es capaz de creer dos cosas contrarias a la vez a pies juntillas sin que eso le represente un problema sino que le supone un acicate para continuar en su saber. Y yo creo que el hombre y la mujer debiera pensar siempre en la multiplicidad de posibilidades que da la vida. Creo firmemente en el error como otra manera de aprendizaje. Creo, por otra parte, que no es necesario probarlo todo para poder decir sí o no. Ni siquiera creo que se deba conocer todo de primera mano para opinar o para escribir sobre ello, ¿qué harían los escritores de ciencia ficción, por ejemplo, a la hora de imaginar sus complejas y fascinantes sociedades?
Siento enormemente que una sociedad como la China, que es el monstruo económico ascendente del momento y que se pretende aperturista aunque conserve la pena de muerte, como EEUU por otra parte, no haya liberado a Liu Xiabo para que pudiera recibir el Premio Nobel de la Paz demostrando así la falta de libertades en su territorio o que Guillermo Fariñas no haya podido viajar a Europa para recoger el premio Sarajov a la Libertad de Conciencia 2010 y siento que España, por boca de la ministra de Exteriores Trinidad Jiménez, no haya, al menos, lamentado esta situación de merma de libertad personal.
Creo más cosas, pero por hoy es suficiente.

2 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Para eso ese dios nos ha dado el libre albedrío y la imaginación, para opinar aunque no seamos protagonistas. No hace falta drogarse para opinar que es perjudicial para la salud.
"Creo en dios porque me da la libertad de negarle", así que de excomulgada nada.
Un placer leerte amiga.
Besos.

Laura Freijo Justo dijo...

Un placer encontrar tus comentarios, Rosalía. Besote!