Niebla en la ciudad

Toda la mañana arriba y abajo. Recorriendo calles. Y una despedida. Alguien importante se va. Alguien a quien veía cada unos cuantos meses. Alguien que de pronto observaba algo de mi vida y me hacía pensar, crecer. Y hoy habla de crisis y de cómo las crisis nos hacen evolucionar. Los cambios, claro, son necesarios. Le deseo suerte de verdad. Le agradezco su atención. Dejaré de ver esos ojos penetrantes que me miraban desde las alturas. Desde aquí, anónimamente, le doy las gracias. Por todo.
Luego otra vez arriba. Cafés con leche. Palabras sobre papel en cafeterías anónimas. Un regalo. Un clásico del cine negro. 'Chinatown' de Polanski. Lectura de todos esos artículos que se acumulan en el bolso y que interesan pero que no se leen porque generan bulto. Y de nuevo me doy cuenta que no suelo mirar a mi alrededor, que siento la ciudad como un ente que me acompaña silencioso. Camino y camino. Compro en el super. No sé, cotidianidades y alguna sorpresa que espero guste. Cosas que no hacía hace tiempo y a las que vuelvo. Conversaciones telefónicas, caer en la cuenta que las personas a las que quieres repiten conductas y que tú no eres el culo del mundo aunque a veces te lo parezca. Mindundi, que eres una mindundi.
La brouillard de ma regard est une pomme de discorde, mais je veux faire un voyage dans ton coeur.
Toc toc.