THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

miércoles, 5 de marzo de 2008

Sauce llorón


Al abrigo de las sombras crecen los sauces llorones. Son árboles que nacen ya sabios pero desgraciadamente para el viajante nunca llegan a hablar. Se llevan consigo el secreto del otro lado. Ven, oyen, sienten y respiran cosas que los seres humanos no podemos distinguir en esta niebla de pensamientos que nos aturullan cada día. Son testigos del latir del tiempo, jamás sucumben a la seducción del chantaje. Inmunes ante el viento, levantan orgullo de hojas allá donde los caminos bifurcan sus decisiones.
Nunca me atrevería a encerrar a un sauce llorón en un jardín. Lo prefiero en el bosque, donde su servicio aligera las penas de la clorofila universal. A su alrededor a veces he visto ligeros tallos de hierro que perfilan pinchazos en al tierra para aislarlos de la vegetación vecina. Son vanos intentos de la oscuridad por hacerles daño donde menos les duele. Porque los sauces llorones no se duelen, lloran una vez cada siglo cuando han absorbido toda la melancolía de las flores. Y su llanto silencioso iluminado por sus lágrimas verde hojarasca renueva con savia recién nacida la tierra que nos da esperanza.
Si tropiezas con un sauce llorón, recuerda que vela por la armonía del interior de la tierra. Y si lo ves llorar, no le des un pañuelo de papel, deja correr su agua para que germinen las margaritas, las petunias, las dalias, los claveles, los girasoles y las rosas blancas en los puestos de las Ramblas.
Merci pour ton baiser de caramel.

4 comentarios:

SBP dijo...

Las petunias y las dalias... hummmm... Una a veces olvida que existen flores con nombres tan precisos, tan exactos, tan poéticos...

Anónimo dijo...

Algunos árboles guardan la mágica y la história de los tiempos... no lo sé tienen algo de particular, casi humano... y los sauces, no es un sauce el árbol que aparece en la sensacional Bigfish de Tim Burton?

Atiko

Anónimo dijo...

Cuando era joven me agobié pensando en por qué la naturaleza creó árboles tan tristes como para llamarlos sauces llorones. Los escudriñaba intentando averiguar por qué sus hojas caían de esa manera...

Laura Freijo Justo dijo...

stella, si quieres recordar los nombres de las flores, no dejes de leer a mercè rodoreda, es toda una maestra en su conocimiento. yo ahora mismo estoy con sus cuentos y me parece una escritora suprema. besos!
para mí los árboles, átiko, son seres muy especiales. no he visto esa película pero sí he visto vértigo del maestro del suspense y la escena del 'aquí nacimos y aquí morimos' señalando la vida en el interior del tronco del árbol la futilidad y lo efímero de la vida de los humanos siempre me ha impactado mucho.
dietrich, yo es que al sauce llorón lo veo un árbol sabio, con saber estar, apegado a la tierra y en su honor he escrito este post. me encanta porque sólo tú podrías preocuparte de esa manera por un sauce llorón, que sepas que seguro el árbol te envió señales de amor... ;) records!!!!!