Dicho pronto y claro, el amor debería ser el motor del mundo. Claro que no todo vale por amor, quede también impreso esto por si acaso. El amor me conmueve y, aunque el amor no lo pueda salvar todo como solemos pensar ingenuamente en la adolescencia, siempre da un giro inesperado que nos conduce a un nuevo panorama desde el que lanzar la mirada.
Jan Morris y Elisabeth Tuckniss son dos mujeres ya mayores que llevan juntas la friolera de 58 años. Tienen cinco hijos y numerosos nietos. Y ahora se han vuelto a casar. En su lápida han previsto poner como epitafio ‘yacen aquí dos amigas al final de la vida’. Se conocieron cuando Jan era James. James nunca le ocultó a Elisabeth que era Jan y Elisabeth apoyó siempre su deseo. Tuvieron esos hijos que antes citaba, supieron esperar el momento adecuado y finalmente en Casablanca en 1972 James se sometió a una operación que habría de transformar su cuerpo en la mujer que era.
Ahora Jan y Elisabeth han vuelto a darse el sí quiero porque ‘Jan estaba empeñada en que se reconociera nuestra unión antes de morirnos’. La pareja quiere que las entierren juntas en una pequeña isla del río Dwyfor, detrás de su casa. Allí rezará esa sencilla lápida que da fe de una vida acompañada con el corazón.
Jan Morris es una prestigiosa y conocida escritora de viajes pero sin duda su mejor viaje es el emprendido con Elisabeth.
Jan Morris y Elisabeth Tuckniss son dos mujeres ya mayores que llevan juntas la friolera de 58 años. Tienen cinco hijos y numerosos nietos. Y ahora se han vuelto a casar. En su lápida han previsto poner como epitafio ‘yacen aquí dos amigas al final de la vida’. Se conocieron cuando Jan era James. James nunca le ocultó a Elisabeth que era Jan y Elisabeth apoyó siempre su deseo. Tuvieron esos hijos que antes citaba, supieron esperar el momento adecuado y finalmente en Casablanca en 1972 James se sometió a una operación que habría de transformar su cuerpo en la mujer que era.
Ahora Jan y Elisabeth han vuelto a darse el sí quiero porque ‘Jan estaba empeñada en que se reconociera nuestra unión antes de morirnos’. La pareja quiere que las entierren juntas en una pequeña isla del río Dwyfor, detrás de su casa. Allí rezará esa sencilla lápida que da fe de una vida acompañada con el corazón.
Jan Morris es una prestigiosa y conocida escritora de viajes pero sin duda su mejor viaje es el emprendido con Elisabeth.
4 comentarios:
Emocionante... ¿eh? ¡Enhorabuena para dos valientes!
es una historia preciosa, por eso me hecho eco de ella aquí... recuerdos!
Prueba de que sí, el amor todo lo puede.
conso, no estoy segura de que el amor todo lo pueda, dudo, la verdad, pero en este caso el amor trasciende, es cierto, saludos!
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