Por si le sirve a alguien

He rondado algunas noches brumosas bajo los lirios de tu balcón. Me habrás visto reflejada en el suelo gracias a la luz de la luna. O tal vez protegida bajo el paraguas de un alud de palabras como recuerdo, imagen, amor, contundencia, alma mía. Vi que era difícil el ascenso así que te rondé no sólo por los cielos de luna llena sino por los bajos de la madrugada. Para explicarte cuántas vidas hace que nos encontramos, nada más. Pero tú mirabas hacia el horizonte con la inmensidad instalada en tu ambición, como si la realidad de abajo no fuera más que el charco que deja la lluvia. No puedes esconderte de mí porque sabes que el encuentro debe producirse. Es historia, será verdad.
Está el gusano de seda enrolándose en la esquina por donde sube la enredadera. ¿Sabes? Voy a convertirme en quien tú quieras y quiero que quieras que sea yo. Otra no. Porque vengo de ser amor sincero con algunas que no resultó, que lo que éramos nos superaba alargando la sombra sobre el deseo antiguo. Da igual que la piel responda si el balcón es inalcanzable, así que lanza la cuerda que me estoy derritiendo.
Ya septiembre regresa con la cola agachada porque el otoño ha metido la pezuña en sus zonas limítrofes con la soledad. Todo comienza ahora. Todo se renueva ahora con el fresco justo después de la lluvia. Me he puesto una mantita mientras no bajas. ¿Qué más da si subo yo o bajas tú? Tal vez te iría bien caminar a ras de suelo y no a ras de intención. Vivir así como quien no quiere la cosa los acontecimientos que nos propone el reloj de lo cotidiano. No digo que tengas que desvestirte de excepcionalidad. Nada más lejos de mi visión de la locura. Tú ven como siempre has sabido que vendrías. Pero no lo hagas al galope que la tienda es de tela y está en mitad de la acera.
Y si te entretienes por la escalera a hablar con las vecinas, porque hace tiempo que no sales de casa, no dudes que voy a oír tu voz. Y el eco me henchirá de esperanza porque ya vas viniendo, ya vas viniendo.
Mientras, sólo el sueño transmite irrealidad, eso cambiará cuando tú llegues, lo sé, pero ahí radica la magia. Magia es irrealidad multiplicada por sentimiento milenario elevado a la primera potencia de intensidad doble. Es una fórmula privada que dejo aquí por si le sirve a alguien.
Conste que no me falta entretenimiento diario, vives en una calle muy concurrida.