THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

martes, 18 de mayo de 2010

A veces no hace falta


Imaginar también agota. Llega un momento en que los conejitos blancos que escribía Cortázar tienen que dejar de salir. Para ir más despacio y para que la creación sea equilibrada.
Recuerdo leer embebecida a Borges y Cortázar, en orden alterno. Primero todos los cuentos de Cortázar que son excelentes y maravillosos y después los cuentos generosos y nítidos de Borges que también es maravilloso. Lo hacía en el metro con un montón de ruido. Hoy no podría, o tal vez sí, pero no me convendría.
Leer, cuando se puede, es un acto increíble de solvencia humana. No sólo se imagina sino que, de algún modo, se vive. Es una paradoja a la que también se aproxima el acto de escribir, pero de manera distinta. Mientras leer tiene la libertad del otro, escribir tiene que contener tus propios límites. Y ya se sabe que el hombre y la mujer son capaces de llegar muy lejos. Cada uno a su manera.
Hay gente a la que no le hace falta leerlo todo para saber si es bueno o no aquello que está escrito. Cuenta una leyenda que se plantaron dos conocidos escritores hoy en el despacho del periódico donde trabajaba Roberto Arlt, el autor de 'El juguete rabioso', entre otras muchas cosas. El precursor -si los argentinos me lo permiten, que no lo sé, y lo digo por pura intuición ya que no he leído ninguno de sus artículos pero de eso precisamente trata la anécdota que intento, sin éxito, explicar- de lo algunos tratamos de hacer en estos post que escribimos. Según la wiki que consulto ahora: Roberto Arlt el primer escritor moderno argentino. Decía que él publicaba unos 'aguafuertes' que describían la vida cotidiana. Pero vamos a la anécdota. Pues resulta que lo visitan en su despacho dos escritores, uno de ellos no sé si era Onetti o Bioy Casares, juraría que Onetti, un Onetti joven, cuando todavía le quedaban muchos años para vivir en su cama y le preguntaron a Arlt si se había leído el manuscrito del joven escritor uruguayo -si es que fue Onetti- y él con total sinceridad contestó: las primeras páginas, pero no me hace falta leerlo todo para saber que es bueno.
Escribir es un acto de liberación y a la vez un acto de esclavitud. Prácticamente igual que leer. Por eso ahora mismo no sé si estoy muy de acuerdo con que los niños y las niñas lean mucho de pequeños. Todo con moderación. No en vano lo advirtió Cervantes en el Quijote, ese libro inacabable que como toda obra maestra se puede leer a cualquier edad y encontrarle diferentes lecturas a medida que una va cambiando, que va creciendo, que se hace mayor. Porque tiene el don de caminar al unísono contigo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues fíjate que mi chica no lee,devora libros desde pequeña y dice lo mismo; vive otras vidas. No en vano es bibliotecaria y prácticamente su blog va dedicado a la literatura...una ratita de biblioteca. En casa estamos inundadas de libros y a veces tengo que hacerle la competencia a uno para que me haga caso. Opino que todo con moderación, como bien dices tú.
Un abrazo wapa.
(Ah,se obliga a leerse hasta los libros que no le gustan)

C. B. dijo...

Era Onetti. ¿He acertado?
Y de manera semejante, basta leer un par de párrafos de, pongamos por caso, La sombra del viento, para darnos cuenta de que estamos ante un bodrio espantoso.
Saludos.

Paco Muñoz dijo...

Paula te felicito, es una obra de arte tu escrito. Se identifica uno con muchos de sus párrafos.

Respecto a los "conejitos blancos" que citas, es cierto, cada vez salen menos. Creo que será como la cantidad de óvulos de un ovario, que garantizan el periodo fértil. Si empiezas a ovular joven, te vendrá la menopausia joven y viceversa.

Yo cada vez noto que la madriguera está más vacía. Y eso que en mi blog publico cosas tangibles de mi ciudad, y pocas de ficción. Pero todo es finito, todo. No sé cómo no se dan cuentan los que tanto hablan de productividad, y competitividad, que se acaba todo.

Te reitero mi felicitación.

Laura Freijo Justo dijo...

Norma, hacerle la competencia a un libro es mucho pero yo sin duda me quedo con la chica antes que con el libro... Un abrazo
CB, yo también creo que era un Onetti joven, pero no estoy segura... Le preguntaré a quien me contó la anécdota que seguro se acuerda y te lo digo... Gracias por pasar por este blog y comentar CB. Ah, una cosa, para mí 'La sombra del viento' es un gran libro, me lo leí entero, pero no sé si leeré más porque el bueno es ése... Claro que nunca se sabe... La mirada es una cosa muy particular, CB, no tenemos por qué coincidir, pero no sería honesta si no te dijera lo que opino... Saludos afectuosos
Paco, muchas gracias por comentar y por leer este blog... Ya van bajando los conejitos, pero todavía salen algunos retardados... Saludos afectuosos