THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

jueves, 10 de junio de 2010

Move, move, move


Es curioso que a los parados y paradas se les llame así, porque no paran de moverse para buscar trabajo. A ver, primero hay que superar el choc inicial de que te digan que se acabó, después hacer de tripas corazón y por último salir a la calle con tu mejor versión para pedir. Con lo que cuesta pedir. ¿Alguien se cree que pasa por la humillación de pedir el mendigo o mendiga si no es por necesidad?. Mi madre suele no darles cuando duda de su veracidad, como si fueran actores o actrices. Cuando puedo doy, pero como en agosto pasaré a engrosar las abundantes listas del paro, ahora tengo que empezar a apretarme el cinturón, claro que tampoco me viene de unos céntimos.
En otra ocasión me encontré en la misma situación y tardé varios meses en rehacerme. Me pasa una cosa, mi fidelidad me incapacita para dejar lo que tengo y buscar una mejora ya que siempre me digo a mí misma, Paula, tú eres dramaturga, a ti qué más te da trabajar en esto que en lo otro, tú no quieres 'mejorar', ni 'medrar', ni esas chorradas, tú lo que quieres es escribir cosas medianamente originales. Puede parecer más ambicioso, y seguramente lo es. Pero cada uno aspira a lo que aspira.
Hablando de ambición, mi buena amiga Isra, también dramaturga, me ha regalado por mi cumpleaños 'El libro del Ego' de Osho con subtítulo 'Liberarse de la ilusión' y me he ido directamente al capítulo del éxito, tema con el que me llevo bastante mal y allí se habla de la ambición como el peor de los sentimientos, ansiar el éxito que se ve en esta sociedad es un accesorio que mata. Osho dice literalmente que no puede ayudar a nadie a que tenga éxito porque lo estaría condenando a una muerte segura, pero que sí lo puede ayudar a ser mejor; a ser mejor pintor, por ejemplo, de tal manera que cuando pinte se sienta en un estado que hasta Picasso cuando pintaba lo envidiaría. En verdad que repasando mi dramaturgia, me doy cuenta de que me falta un sello personal que me defina, algo muy mío que no acabo de sacar o de encontrar, un punto de madurez. A lo mejor Osho me puede ayudar a esto. No lo sé.
Es verdad, cuando te quedas en el paro piensas cómo ingeniártelas para empezar a pedir. De las vueltas que empiezo a darle, he pensado en poner mi número de cuenta en uno de los links de la derecha para que cada quien que lea este blog, de manera absolutamente altruista, me ayude a seguir escribiendo, en plan mecenas. Y es que te sale esa mujercita viejita y quejumbrosa que dice, al fin y al cabo Paula, tú das mucho, no sólo en este blog, sino también en tus pensapoamientos y regalar pensapoesía es algo muy hermoso, así que no está de más que te ayuden.
La figura del mecenas va cara, la verdad. Me acuerdo de la película 'Grandes Esperanzas' porque el libro no me lo he leído, aunque ahora que me regalaron un e-book por mi cumple la puedo cargar para las vacaciones, teniendo en cuenta que serán largas hasta Dickens se me hará corto. Digo que me acuerdo de esa película que me gusta mucho -creo que ya lo he dicho aquí en alguna ocasión- y del personaje de preso redimido de Robert De Niro que en la sombra -para que el protagonista no sepa que el dinero viene de él y de sus negocios turbios- dispone una ayuda económica que lo acaba encumbrando. A mí más que encumbrarme, que me dan miedo las alturas desde siempre, lo que me gustaría es hacer mis rutinas y escribir páginas y páginas cada día sin necesidad de tener que estar pensando en el maldito dinero por aquí, el maldito dinero por allá. También recuerdo a colación del dinero el libro 'El palacio de la luna' de Paul Auster -a quien hace tiempo que no leo y Victoria me ha dicho que el último es excepcional y cuando Victoria dice eso de algo es que es así seguro- y cómo el protagonista decide no conseguir más dinero y agotar el que tiene de manera natural, al final acaba durmiendo en un parque con la ropa pegajosa y sucia para finalmente emprender lo que siempre había querido y necesitado: la búsqueda de su padre. Ahora que digo esto creo que me hace falta un Auster. Menos mal que siempre quedarán libros de Paul para leer, otra de las cosas por las que vale la pena seguir.

6 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Paula, Paul Auster, me lo he leído casi todo, diría tragado, literalmente. Me gustaría vivir de mi afición; escribir, leer, soñar...pero de momento soy funcionaria y gracias por dios. El estilo, ese sello cuesta pero llega, seguro Paula.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Me considero una mujer afortunada; trabajo en lo que me gusta y tengo devoción absoluta por mi profesión. No sé lo que es estar en las listas de paro pero debe ser muy angustioso y deprimente. Soy una privilegiada pero me lo he trabajado mucho para llegar donde estoy. Ese libro Paula parece interesante, El libro del ego...
Un saludo maja.

Laura Freijo Justo dijo...

Rosalía, ha habido tantos escritores con un trabajo fijo que no hace falta decir que 'tu sueño' puedes cumplirlo igualmente. Por ejemplo, yo siempre he trabajado y, aunque no acabe de encontrar mi verdadero estilo, que sé que lo llevo dentro, me considero creadora, sobre todo escénica.
Norma, yo creo que casi todo el mundo se lo ha currado, estoy segura que en las listas del paro hay mucha gente que siente eso y ahora seguramente también se siente defraudada. Yo procuro tomármelo como una oportunidad.

Besos para las dos!

Rosalía Navarro dijo...

Paula, ¿qué escribes exactamente? Eres dramaturga ¿no? ¿como te sientes cuando tienes un parón? Dices que te lo tomas como una oportunidad pero debes sentirte algo perdida.
Un abrazo.

Victoria Dubrovnik dijo...

Paula, como tú bien dices, los parados, los que verdaderamente tienen ansias de trabajar, son las personas más activas del planeta. A veces, por mucha formación que tengan, y esfuerzos realizados, se han topado con la crisis.
Si en tu caso, sabes seguro que en Agosto, finaliza tu actual trabajo, no esta de más, de empezar a moverse ya, de actualizar el CV, de empezar a lanzar voces, y sobretodo mirar justamente ahora hacía donde te quieres dirigir, porque quizás ha llegado la oportunidad que estabas esperando para encontrar tu voz. Piensa, por un momento, cuál sería ahora mismo tu trabajo ideal, qué es lo que te gustaría que te ofrecieran, porque si sabes hacía donde te diriges, tienes un gran camino andado ;-).

P.D. Por cierto, gracias por la invitación de los lunes, pero... ejem...justamente por motivos laborales me resulta imposible. Ahora eso sí, espero que esten siendo todo un éxito ;-)

Abrazo!

Laura Freijo Justo dijo...

Gracias Victoria por tus aportaciones y buen ánimo, coincido totalmente en todo lo que me dices. Un saludo afectuoso!