THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

miércoles, 7 de julio de 2010

Sabiendo de mi estupidez y mi primitivismo


Ayer la columna de la maestra Montero volvía a dar en el clavo. Titulaba su artículo en ‘El País’ como ‘El gen de la horda’ y deseaba fervientemente que ahora que los científicos están descubriendo nuestras bases biológicas a ver si detectaban ese ínfimo fragmento de ADN que nos hace que padezcamos ‘una irrefrenable tendencia a arremolinarnos jactanciosamente en torno a pedazos de trapo que llamamos banderas, y a emborracharnos de júbilo feroz cuando nos sumergimos en una masa unánime’. ¡Qué razón tiene! También habla de cómo podemos sentir una pena inigualable si nuestro equipo pincha o una euforia desmedida si gana. Y es que el ser humano es estúpido por naturaleza. La ventaja de todo esto es que el futbol es una alternativa más sofisticada a los torneos medievales, dice. Yo lo llamo 'el desplazamiento del campo de batalla', todo se dirime en un campo de futbol. Los chicos pueden hacer historia, se dice. Porque lo que está claro es que el futbol ha de ser masculino. Son capaces de volverse locos al meter un gol o llorar desconsolados de pena –cosa que les cuesta tanto cuando se trata de la vida real– para luego hacer unas declaraciones de lo más típicas, que si fuimos superiores pero no supimos rematar al rival y si a estos les dejas hacer no perdonan, que si jugando así podemos llegar muy lejos y ese clásico de ‘futbol es futbol’. Aún así voy a ver el partido de la Roja esta noche, sabiendo de mi estupidez y de mi primitivismo. Ojalá encuentren pronto ese gen porque yo me sometería enseguida a su extirpación.
Juego es juego. ¿Cómo lo tenemos? Difícil, muy difícil, pero con esta defensa y la inspiración de Villa somos capaces de cualquier cosa. ¿Véis? Ya estoy hablando de nuevo desde el lugar común. Es inevitable. Los alemanes son aquellos que juegan dos equipos y siempre gana Alemania. De hecho ahora que Holanda ha eliminado a mi querida Uruguay, con final de partido de infarto, si Alemania nos deja fuera (¿a qué viene esa primera persona del plural, Paula?), que ganen los alemanes. Ya he dicho varias veces en este blog que me gusta mucho ese país. Es más, el otro día cuando en plena votación de su presidente, candidato escogido a contra corazón por Merkel ya que ella quería que fuera una mujer pero presionada por sus varones se vio obligada a ceder, digo que el otro día hicieron falta tres vueltas para consolidar el candidato oficial ya que varios diputados desobedecieron la disciplina del partido, cosa que me parece lo más higiénica del mundo: aquí eso nunca pasa. Imaginemos por un momento que Soraya Sáenz de Santamaría está a favor del aborto y en lugar de decir que el PP se limitará a acatar la ley mientras el Tribunal Constitucional no diga lo contrario, lo dice directamente; ¡qué riqueza! Y no ese seguir al líder haciendo el idiota día sí y día también.
Pero esta noche juega la Roja, no nos desviemos. Con Xavi, Inhiesta, Busquests y Cesc –si juega– manifestando el mejor centro del campo de todo el Mundial, en eso parece que no hay dudas, todo el mundo, nunca mejor dicho, así lo entiende. Lo que pasa es que a Alemania se le gana una vez de veinte. Recordemos aquel agónico gol de Maceda en la Eurocopa de Francia, me parece que en el 86, y la eliminamos (¡Por Dios que alguien me quite de en medio este plural mayestático!). Apelemos pues a la suerte que hasta ahora ha estado de nuestra parte.
Will see. En todo caso las televisiones echarán humo, mi vecina le dirá a mi vecino que se vaya a dar una vuelta para quitarse esa euforia del cuerpo y se oirán petardos a lo lejos en esta ciudad de Barcelona que no sé si pondrá pantallas públicas o Ciutadans y el PP se volverán a quejar. A vísperas de la mani del sábado no dejaría de ser curioso que hoy pusieran pantallas y el sábado sortíssim al carrer a dir ‘Nosaltres decidim: som una nació’. Però una nació dividida. Ahora bien, a mí, lo dicho, que estirpen este gen por el amor de un Dios.

4 comentarios:

Rosalía Navarro dijo...

Paula me has hecho reír con tu entrada. Eres toda una experta en fútbol, por favor... tu última frase divina e inspiradísima. Tienes un toque de humor divertidísimo.
Te dejo con tu fútbol wapa.
Mil besos.

Laura Freijo Justo dijo...

Pues mira, resulta que 'hemos ganado' y el domingo 'jugamos' la final contra Holanda. Joé, qué fuerte, nadie lo hubiera dicho al principio del mundial que comenzaron perdiendo contra Suiza... Hay que ver lo que hace el gen, ya estoy otra vez...
Muchos besos, guapa!

Anónimo dijo...

Paula...ja,ja,ja...que futbolera y que gen te recorre el cuerpo, seguro que divino, y el domingo te veo con gen y saltando por casa...je,je...Vi el partido y fuimos muy superiores a los alemanes. Por cierto, anda que no me he reído estos días, en el programa Anda ya de los cuarenta principales, debatían si el entrenador de Alemania no era pariente o gemelo del moreno de Modern Talking...ja,ja,ja.
Un besazo morena, supongo que eres morena sino rubiales que a mí el color tanto me da mientras tenga lo que hay que tener.

Laura Freijo Justo dijo...

De verdad que a mí ese gen, que vale la pena decir es moderado, me gustaría acabar de estirparlo por completo. Eso sí, la Roja me motiva, juegan estupendamente y eso es muy difícil en un mundial, ya sé que suena a tópico pero en los mundiales entre una selección y otra hay muy poca diferencia porque si no tienen buen ataque fijo que defienden como cosacos y esperan un error del contrario para aprovecharlo, como Paraguay y el penalti, que vaya infarto. Yo creo que la clave estuvo en ese partido, que fue destructor. Con ese palo de Pedrito y ese oportunismo de Villa Maravilla. Por cierto, sí, soy morena, bueno castaña oscura, jejeje, pero que no se vaya a pensar Rosalía que estamos ligando, eh! Jajajaja Un besote!