THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

lunes, 5 de enero de 2015

Algo se mueve



Algo se mueve y hay pruebas de ello. Y no quisiera ponerme ahora hiperealista, después de varios meses sin hacer parada y fonda en este espacio sisteriano donde albergo cuentos, posts, actualidades pasadas, tanto personales como sociales, tanto profesionales como espirituales.
Algo se mueve dentro y fuera. No acompasadamente. Quizás solo sondas sincronizadas coincidentes en un espacio de tiempo que no existe, pues ya se sabe que aunque el tiempo sea el verdadero meollo de todo, solo es una invención para consolar la soledad del ser humano y para hacer más llevadero el grito existencial que albergamos en la noches de invierno. Noches de invierno que pueden sucederse en pleno mayo.
Nunca fuimos tan eternos porque nunca fuimos tan efímeros. Una exhalación del cielo, como una estrella dibujando una espiral en el lienzo del crepúsculo. Recorremos tantos umbrales para olvidar que a veces se abre la puerta que hay que dejar entornada para otr@s que vendrán después y somos incapaces de reconocer la miga de pan de nuestr@ predecesor@.
Desde esta claridad de una mañana cualquiera, despertando al día en que los reyes magos caminan hacia Oriente, cuando parece que el alma se serena y el viento ocupa el lugar limpiador del agua, diría yo que hay un lugar en el que yacer, un lugar en el que respirar y una tierra que habitar. Pero quizás no sea tiempo de precipitarse, quizás sea tiempo de auscultar la primavera que encierra todo nuevo día, toda nueva etapa. Las glorias, famas y trompetas del futuro no tienen ningún sentido después de haber intentado vivir un poco. Aunque la vida no siempre suceda, claro.
Abrir el corazón, dejarse llevar, escuchar la música del camino.
Algo se mueve y hay pruebas de ello. Tantas que cada un@ escoge. Solo hay que mirar viendo.
Al fondo, el Mediterráneo con ecos de magia y de tragedia.
La civilización contemporánea navega.
El mensajero carece de ostentación, simplemente es un instrumento.
El mensaje es simple, aunque indescifrable por el momento.
Solo una gruta, una antorcha, calor humano, compañía, consuelo, sentido de la hermandad.
El resto es caminar hacia ese nuevo amanecer que se produce cada día en un horizonte cada vez más cercano. Una metamorfosis que está pidiendo nuestro espíritu colectivo y del que tod@s hablan como si realmente fuera a suceder de un momento a otro. ¿Será porque ya oímos sus pasos? ¿Estaremos preparados? ¿Será un progreso, una mutilación, un salto, un nuevo comienzo? ¿Ese cambio de conciencia colectivo que tanto necesitamos? ¿Podremos vivir en universos paralelos? ¿Haremos real en nuestros cuerpos la física cuántica de los científicos visionarios? ¿Aprenderemos a orar como los poetas ciegos de esperanza? ¿Pariremos al fin sin dolor mundo? ¿Sabremos descansar en paz?
Pero no me hagáis mucho caso, haceos caso a vosotr@s mism@s o a quien consideréis con autoridad moral digna de vuestra confianza.

Yes, something is moving, I can feel it.


(*) Fotografia de Gertrudis Losada
Serie Las plumas que da la acera.

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