En ocasiones el silencio es tan sonoro que parece que los tímpanos emocionales estén a punto de estallar. Otras el silencio se agradece como remanso de equilibrio donde fundirse. Hay silencios hirientes y silencios de paz. Silencios musicales donde parece hallarse la melodía de lo esencial. Luego están los silencios enfáticos que elevan el peso de la palabra que vendrá a continuación. Tantos tipos de silencio que voy a callarme, para escucharlos un rato a ver si me dicen algo.
El silencio de la muerte lo dejo para el final, lejos, muy lejos.
Je vis d’envie de goûter le silence de tes lèvres.
El silencio de la muerte lo dejo para el final, lejos, muy lejos.
Je vis d’envie de goûter le silence de tes lèvres.
3 comentarios:
El silencio que mas miedo me da es el que me espera, cada día, detrás de la puerta de mi piso vacío.
El silencio invade mi casa ahora mismo pero es un silencio lleno de sonidos en cada rincón...
imaginari, lo cierto es que el silencio sin duda es más enriquecedor en compañía, aunque todo depende del momento, a veces un piso vacío y en silencio para mí es un remanso de paz...
sí, pauline, debe ser un silencio sonoro, un silencio de vida que transcurre... hacía tiempo que no te pasabas, saluditos cariñosos...
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