THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

lunes, 21 de abril de 2008

Agradable, llovía


El tiempo anda un poco loco y la sequía acecha. Afuera pasan cosas. Adentro también, pero menos importantes para el transcurso de la historia, aunque sí para la poética de mi interior, que tiene su qué. Creo que debería invertebrar más mis textos, no seguir la lógica de mi pensamiento. Dejar huecos entre línea y línea. Por ejemplo, escribir, la emoción es la madre de la empatía. Y a continuación, los ríos llevan agua. Pero no sé hacerlo. En eso es una maestra Chantal Maillard. Aunque más que huecos, sigue hilos, que es distinto. Hay que entrar en la lucidez insoportable de los que ven más allá todo el tiempo. Y yo sólo veo más allá en algunos ratos. Y tampoco estoy segura de que eso que veo signifique alguna cosa o vaya a ayudar a alguien, ni siquiera a entretenerlo.
Mi intención era empezar diciendo: me parece alucinante que se critique la creación de un ministerio de igualdad cuando el ministerio de interior básicamente lo que trata de arreglar es el terrible fenómeno del terrorismo que en el último año ha matado a cuatro inocentes, cuando cada año mueren más de setenta mujeres a manos de sus parejas o exparejas. ¿Acaso el terrorismo machista no merece un ministerio específico para mirar de parar esta lacra social? Sí, empezaba el lunes combativa, pero he desistido. Mejor comenzar con laxitud. La semana viene larga. Con rosa y libro de por medio. Anoche vi a varias parejas pasear al lado de la catedral y sus arrumacos me parecieron auténticos, tiernos, adorables. Llovía. Isis y yo caminábamos del brazo y charlábamos sobre lo divino y lo humano. También había huecos, o hilos, no lo recuerdo. A lo mejor los hilos cosen los huecos, quién sabe. Era agradable. Llovía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bonitas las últimas frases... besos.