THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

martes, 17 de junio de 2008

Nunca he estado en París, aunque he dormido en Lisboa


Cuando alguien te regala un poemario original, manuscrito, escrito en París en un momento importante de su vida, algo en el pecho se abre. Como se abre el cielo ante la inmensa avalancha de la nube que quiere parir.
La mañana del martes se hace transparente y, a pesar de la incipiente cojera que la pierna izquierda ofrece, se sigue caminando. Se llega a un café donde el camarero-dueño recibe con una sonrisa, se hojean y se ojean un par de diarios que siguen anunciando la inminente llegada de una hambruna que, a las vistas está, nadie parece querer remediar; se coge la pluma y se escribe un poema que desde hace dos días persiste. Porque hay poemas que pasan y no se quedan, pero otros, insidiosos, golpean las sienes para que la mano obedezca. Las manos siempre son más lentas, ocupadas en habilidades rutinarias se centran en lo inmediato. Coger una taza, pasar la página, ajustar las gafas. Y el poema no quiere esperar, básicamente porque ya lleva esperando mucho tiempo. ¡Quién sabe cuanto!
De pronto vuelvo a recordar el artículo de Pessoa del sábado pasado. Prácticamente no publicó nada en vida. Alguien encontró el tesoro y el reconocimiento a su gran sabiduría poética le llegó cuando su timidez seguía superando su fuerza soñadora allá en lo alto. Y el recuerdo de esta mañana se ha sentado a mi lado en el café, tal vez me ha impulsado al pensapoamiento de hoy. Incluso ha alado mi mente que, vertiginosa, se ha volcado en la moleskine en una carrera contra el olvido. Mientras se escribe una palabra se pierden cientos pero al menos se salva una. Y sin embargo, nunca he estado en París, aunque he dormido en Lisboa.

No hay comentarios: