THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

lunes, 23 de febrero de 2009

Éxito y fracaso


Muchas son las presiones que nos cercan. Las reales y las imaginadas. Las reales nos marcan el territorio de lo que los/as otros/as nos permiten y las imaginadas nos marcan el territorio de lo que nosotras/os nos permitimos. Unas y otras son tremendamente importantes porque limitan nuestro potencial.
En esta sociedad donde todo se rige por el barómetro del éxito y el fracaso, sentir que no somos nadie puede suponer una prisión asfixiante, hasta tal punto que, lo vemos en series de televisión, algunos psicópatas están dispuestos a asesinar lo que haga falta para que alguien les reconozca el talento, el talento de eliminar a seres humanos.
Éxito para algunos puede ser el Óscar que esta madrugada ha recogido después, seguro, de mucho desearlo y trabajarlo, Penélope Cruz. Pero éxito es también vencer el miedo, conseguir ahuyentar los monstruos que nos asedian o, sencillamente, aprender a amar con los ojos abiertos. Éxito también es saber lo que es nuestro sin pisotear a nadie. Éxito es compartir. Éxito es respetarnos y respetar a nuestros semejantes. Éxito son muchas más cosas.
Los modelos que nos ofrecen los medios de comunicación a menudo son erróneos. Ahí sí, parece que el límite vaya siempre dos pasos más hacia delante. Cuando ya creíamos que no podíamos acceder al siguiente estrato, siempre se puede subir un peldaño más, o bajarlo, según se mire. Y conste que no sé si atreverme a valorar los diferentes estratos, al fin y al cabo quien soy yo. Como dijo el otro, nada de lo humano me es ajeno, todos podemos ser miserables, falta que se de la coyuntura ideal para demostrarnos quiénes somos. Pero me hago preguntas. Jade Goody, la chica de Gran Hermano 3 de Gran Bretaña que se hizo famosa por sus comentarios xenófobos, vende el proceso de su muerte a la televisión para salvaguardar el futuro de sus dos hijos y Gordon Brown, primer ministro inglés, aprueba el acto. ¿No estamos traspasando una barrera que nos impedirá volver a mirar el mundo con inocencia? Y no sólo eso, ¿no estará Jade, sin quererlo, perpetuando esa imagen de la madre abnegada y sacrificada que es capaz de todo por sus hijos? ¿Y por qué a los medios les interesa dar voz y ampliar a la sociedad el sufrimiento de esta chica? ¿Y qué nos interesa a nosotras/os de todo esto? ¿Por qué nos asomaremos a la ventana indiscreta? Esta chica también buscaba el éxito.
Y puestos a forzar el argumento: ¿Qué es más lícito el Óscar de Penélope o la entrega abnegada de Jade?
Mirar el mundo revuelve la conciencia y hasta el estómago, pero no por eso vamos a rendirnos.
P/D. Conste que me alegra enormemente el Óscar de Pe, apostaba por ella.

No hay comentarios: