THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

domingo, 26 de julio de 2009

Michelle, oh, Michelle, un sueño consciente


De pronto la Condesa Olenska va vestida de rojo y se me aparece en sueños y combate a la novia vestida de negro que me espera en el altar. Porque la Condesa Olenska puede con todo. Su amor sobrevive a ella misma y a su libre pensapoamiento. Su renuncia es su victoria. El tonto y rígido Newland, más víctima que ningún otro de sus propias reglas que cree que por estar imbuido de la literatura europea puede salvarse de su predestinación hasta cierto punto edípica, de ese matrimonio previsible a la postre feliz. Ya que la felicidad no es otra cosa que la adaptación a las circunstancias que a uno le poseen. Newland es sacrificado en la pita de piedra de los druidas porque los druidas saben qué tienen que hacer contra aquellos que no siguen las pautas de su salvajismo. Olenska las sigue, la novia vestido de negro también, pero Newland desobedece su yo salvaje y es sacrificado.
Pero con quien sueño es con Michelle Pfeiffer, un sueño consciente. Sueño que por fin le dan el Oscar, pero no como hicieron con Al Pacino, por una película menor haciendo de ciego cuando es, irónicamente, uno de los actores que más ve; pareja cinematográfica con Michelle en esa espléndida peli aquí titulada ‘El precio del poder’ y de la romántica ‘Frankie and Jhonny’ que ya sólo por ellos vale la pena ver. Mas no nos pongamos historiográficas y guiquipedísticas, aunque la tentanción sea grande.
Ahora se comenta que por su última película, ‘Chéri’, dirigida por Stephen Frears (el mismo de ‘Dangerous liaisons’ o lo que es lo mismo ‘Las amistades peligrosas’) todavía no estrenada aquí, se lo dan seguro. Pero seguro seguro es que nos vamos a morir aunque ni siquiera sabemos si sólo vamos a desaparecer, morir y punto. Otra también de época ‘Chéri’, pero a las que queremos que Michelle (entre otras, hoy le toca a ella) se lleve el tocho dorado, no se nos ha olvidado Madame de Tourvel (también merecía el oscar la gran Glenn Close, nominada, y el gran Malkovich ¡al que ni siquiera nominaron!, que se registre una vez más, por favor: ¿acaso es una peli maldita? Porque estos tres gigantes jamás han obtenido al tiet Òscar). Y puestas a recordar trabajos voy a destacar la Suzie Diamond de ‘Los fabulosos Baker Boys’ con los hermanos Bridges (adoro a ‘starman’ o lo que es lo mismo, Jeff; pregunta: ¿tiene Óscar Jeff? Increíble, tampoco, siendo como ha sido el protagonista de dos obras maestras como son ‘The last Picture Show’ y ‘Texasville’ ambas de Peter Bogdanovich), ni se me ha olvidado la artista manipuladora Ingrid Magnussen de ‘La flor del mal’, lo digo por citar unas cuantas interpretaciones que merecerían cualquier premio, incluído el óscar. Tiene más, pero os las dejo a vosotras.
Yo es que con Michelle Pfeiffer me pasa como con Julia Roberts, Laura Linney, Bruce Willis, Demie Moore (sí, soy megafreak, ¿y qué?) y alguna que otro que me reservo para próximos post cinematográficos, y es que cuando veo que programan una peli suya, buena o mala, no me las pierdo.

domingo, 19 de julio de 2009

V.O.S, una peli de pelis, comedia romántica para más señas


Los juegos de muñecas rusas, me aburren. La magia que muestra el truco, me molesta. El ingenio por el ingenio con un contenido difuso o nefasto o inexistente me abre los ojos como platos de incredulidad. A ver si ahora va a ser que ingenio es igual a inteligencia. Si hemos llegado a este extremo apaga y vámonos.
Desde esa joya incalificable porque me quedaría corta que es ‘Déjame entrar’ que no iba al cine. Y escogí una que, a priori, me hacía bastante gracia ya que había visto la obra de teatro y me parece muy estimulante el trabajo de la autora y directora en la que se basa. V.O.S de Cesc Gay es una versión adaptada de la obra tetral homónima de Carol López. Aquí podríamos decir lo que se dijo de ‘Vicky, Cristina y Barcelona’ la peli es Penélope Cruz; vale, tal vez no tanto porque ésta es notablemente más ‘ingeniosa’, pero cuando aparece Vicenta N’Dongo el suflé sube mogollón. Te pasas todo el rato esperándola. Impagable la secuencia del coche cuando ella empieza a decirle a Ander, el personaje de Andrés Herrera, que lo deja y él le dice que la admira por lo valiente que es.¿Ya que son tan ingeniosos por qué no la dejan a ella hacer todos los personajes? Porque yo me hubiera divertido más. Incluso le hubiera visto la parte lésbica. Y sap molt de greu dir tot això del nostre cinema perquè la peli no es que sigui dolenta -QUE NO HO ÉS-, és que li falten senyals de vida. Eo, que hi ha algú? Només hi ha representació, l'ésser no hi és.
De obras de teatro buenísimas han salido obras maestras del cine. Citaré unas cuantas, ‘La muerte y la doncella’ del chileno Ariel Dorfman y dirigida por el gran Polanski, ‘Seis grados de separación’ de John Guare dirigida en el cine por Fred Schepisi (de lo poco bueno que le recuerdo, por cierto) o recientemente ‘La duda’ que adapta y dirige el propio autor John Patrick y que es una película espléndida donde una vez más la (…) (póngale ustedes el más grandilocuente de los adjetivos en ese paréntesis de puntos suspensivos, por favor, que a mi se me acaban) Meryl Streep está que se sale. Yo le daría todos los Oscar pero hay que repartir y no me gustaría morirme, por parafrasear ese gran bolero que sale en V.O.S, sin ver a Michelle recogiendo la estatuilla, que ya hace tiempo que la tendría que tener en su casa, en el lugar que prefiera, en el lavabo, como cascanueces o simplemente como elemento decorativo. Y luego hay otras, pero de eso hago otro post un día de estos, de todas las actrices que, a mi juicio, merecen tener Oscar y todavía no lo tienen, déjenme nombrarle un par más Julianne Moore y Laura Linney. ¡Ay que me pierde la pasión!
Regreso. Y sigue sabiendo mal porque Cesc Gay es un tío que ya ha demostrado muchas cosas en el cine. ‘Ficció’ amb Montse German i Eduard Fernández em va semblar la seva millor pel·lícula fins a dia d'avui; hermosa, lírica, contenida, en algunos momentos respiraba todo aquello que no decía el maestro Ford pero que sus encuadres, su fuera de campo y las miradas de sus personajes transmitían. Era la sencillez cinematográfica rozando el milagro. Generosos los actores, generoso el director, generoso todo el equipo intuyo.
Pero quiero ser justa y no joder. Te echas unas risas, de veras te las echas, si eres del equipo de la bola de cristal que vio un porrón de cine en blanco y negro y luego se adaptó a Tarantino y adoró a Woody (esto último no es mi caso, aunque me gusten pero no los adoro, conste en acta), tiene su qué; pero a momentos, porque a momentos aburre. Y confieso abiertamente: tendría que haber escogido otra película para regresar a la sala oscura. Oyes, y que repito y esta vez en otro sentido, es ingeniosa a más no poder y que no sólo la N’Dongo está estupenda, los chicos Herrera y Berrondo muy bien y la candidez de Ágata Roca, una de las T de Teatre, tiene su puntito. Mira, el primer Woody Allen tendría envidia de V.O.S, con eso lo digo todo. Aunque a mí del primer Woody Allen sólo me interesa Manhattan (sale Meryl Streep haciendo de lesbiana) y en honor a mi compañero de piso 'Annie Hall' pero con algunos peros. Ah, y a los cinéfilos les gustará adivinar todo el montón de referencias a películas clásicas que una detrás de otra van desfilando por la pantalla. 'Todo te lo puedo dar, menos el amor, baby', lala... La que más me gustó, una de las fotos en blanco y negro que le hacen a Clara (Ágata Roca) despidiéndose de espaldas con el reverso de la mano levantado para, sin mirar atrás, decir adiós. ¿Película? Of course, ‘Cabaret’. Amo a Liza. Pero eso también es otro post.
De todos modos, ve a verla y opina, que suelo equivocarme, que la boca la tengo grande y profunda. Yo ya he escrito demasiado y a lo mejor ni flowers de todo lo dicho y tenía mal día; bueno de casi todo, porque en lo de que la N’Dongo está de nominación a Goya o a Gaudí o a César o a Agripina o a lo que haga falta no me equivoco para nada: está que se sale, que lo digo con el corazón y con mi pedigree cinéfilo y con mi vena lésbica. Trigrande. Ya cuando la vi en ‘Traició’ del Lliure dirigida por Alfaro lo pensé, joé qué bestia es esta tía, como aguanta al Orella y a Francesc Garrido que se lo merienda-cena. Y ojo, que yo había visto 'Traició' dirigida por Albertí con la grandísima Lina Lambert, ahí es nada. Pero eso, queridas, es también otro post, no sé si del pasado o del futuro, en cualquier caso, mejor hablar del presente y el presente se llama domingo soleado y a mí los domingos hace años que me gustan mucho, en eso también discrepo de la peli de Cesc Gay: yo las tardes de los domingos las eternizaría.
Va, venga, id a verla y me decís qué tal.
Hay que ver lo que me cuesta mojarme claramente. Pero, ¿se me entiende, no?

sábado, 18 de julio de 2009

La mujer, la redención, el amor


No sé mucho de resurrecciones aunque crea en ellas. De redención no he pasado del primer curso y eso que me he esforzado lo mío. Y de mujeres, cuando pienso que me conozco resulta que me sorprendo a mi misma con golpes escondidos. Sin embargo, el hombre género, aquel que ha querido y ha sabido o no amar a las mujeres y lo ha intentado expresar de una forma u otra, sí que ha visto en la mujer lo mismo que yo: la redención es mujer. Beatriz lleva de la mano a Dante por el último episodio de ese gran libro que sigue a la espera. Y es que yo no soy, ni mucho menos, Borges, que creo que se sabía ‘La divina comedia’ de memoria. ¡Qué prodigio Borges!
Situémonos. Hoy inaugura el Festival de Peralada la obra ‘La comedia infernal’ del artista estadounidense John Malkovich y a raíz de esto ‘El País’ (conste que suelo mirarme más diarios pero éste es el de cabecera, que cada uno saque a pasear sus prejuicios como mejor le parezca) le hacía una entrevista. La obra trata de un psicópata llamado Jack Unterweger. Un tipo austríaco que fue corresponsal en los EEUU para una periódico de su país durante una temporada. Austria, ese país que ha dado grandes nombres Jelinek o Bernhard, por citar dos que conozco. ¡Austria, donde el horror en Europa se ha destapado desde sus sótanos en los últimos tiempos! ¿Alguien sabe si Austria a día de hoy ha condenado el nazismo y ha expiado sus culpas, su Hitler? Bien pues el angelito de Unterweger fue condenado a muerte en 1990 pero gracias a las súlplicas y movimientos de intelectuales de izquierda quedó en libertad y cuando salió volvió a matar a mujeres, como era de esperar de alguien enfermo o malo, ya no sé qué pensar.
En ‘La comedia infernal’ Malkovich cada día retoca cosas del texto y lo enriquece y lo adapta al sitio donde la representa en la medida de lo posible. Admiro profundamente a este tipo iconoclasta, intelectual y gran actor. Pero lo que llama la atención es esta reflexión en mitad de la entrevista: ‘Si matas gente, las mujeres escriben cartas, quieren casarse contigo. Quizás piensan que los pueden cambiar, que pueden salvarlos. Conozco a varias mujeres que se divorciaron porque sus esposos eran demasiado buenos, amables. Me parece raro, no tengo respuesta’. Yo tampoco. Y es que no somos santas y a lo mejor pretendemos serlo. Qui lo sa.
Con todo este batiburrillo inmediatamente no puedo evitar ver cómo los hombres que llegaron a Edipo pero no se arrancaron los ojos y siguieron viendo y tuvieron la generosidad de explicarlo anunciaron a la mujer redentora, que no la santa. Miren si no las películas de Clint Eastwood, sin ir más lejos la ausencia siempre presente de la mujer de ese pistolero asesino llamado William Munny que comienza la peli en una cuadra de cerdos rodeado de mierda. Una mujer que es el amor, la justicia, la razón y el arrepentimiento verdadero. Y es que la mujer en el western merecería un estudio aparte. Es uno de los pocos géneros donde los estereotipos de mujer varían y ocupan un lugar, a mi modo de ver, más natural que machista. La mujer existe y se presenta, no sólo se representa como muñequita de porcelana o dona angelicatta o manipuladora o todas esas cosas de consabido tópico. Y en la literatura no citaré a otro que al maestro Dostoievski cuyas mujeres son siempre fuente de fe y amor a la humanidad. Esto no lo digo yo que apenas me he leído ‘Crimen y castigo’, y digo apenas, porque me negué a ver el castigo terrible del pobre Raskólnikov que luego resultó redención, lo dice mi amigo filósofo Gavidia que se lo ha leído casi todo y en una de nuestras estupendas conversaciones dedujimos la afirmación que acabo de hacer, lo interesante, lo profundo, lo celestial casi de la mujer en Dowstoieski. Si alguien puede aportar más datos que no se corte, aquí abrimos página de negro sobre blanco y de color si hace falta. Nos da igual ser daltónicos por momentos y saber que somos buenas, malas y lo que nos toque ser pero siempre respondiendo a nuestra esencia.
Volviendo al tema. Incluso a los más fachas las mujeres consiguen salvarlos con su amor. ¡Ojo, sigo hablando de ficción! ¿Recuerdan ‘Centauros del desierto’? Ese amor expresado a través de planos de miradas entre cuñado y cuñada, ese John Wayne (léase Vaine, como lo conocí yo al principio de todo, cuando tenía poco menos de seis años y mi madre y yo aún creíamos que Yon Vaine y Yon Ford eran actores) racista y xenófobo que no duda en matar si le tocan los cojones, que va a buscar a su sobrina que ya sabe que no es blanca sino india (Natalie Wood en uno de sus primeros papeles) o ese protagonista reciente de ‘Gran Torino’ (de nuevo Clint, disculpen la adoración), más facha que el copón, amante de las armas y la venganza, y que a través de la familia asiática que le ha adoptado desde una cultura que le recuerda su horror en el combate de la guerra de Corea comprende cómo es de grande la vida y el amor, el verdadero amor. Y comprende a todas las mujeres en ese acto final. Cualquiera que haya visto el final comprenderá de lo que estoy hablando.
Como piensa el pobre desquiciado de Raskólnikov mientras recorre esas calles desoladas de Moscú: ¡Vivir, como quiera que fuese, pero vivir! Aunque haya veces que te entren ganas de decir aquello de William Munny de Qui és l’amo d’aquesta cort de porcs? (¿Quién es el dueño de esta cuadra de cerdos?) y empezar a matar malos mequetrefes y miserables por doquier.

lunes, 13 de julio de 2009

Auténtica que es una


Una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñao de sí misma dice el personaje de la Agrado en esa obra maestra española que es ‘Todo sobre mi madre’ de uno de los más universales cineastas vivos: el gran Pedro Almodóvar. Por cierto, aquel año le dieron el goya a la actriz revelación a Ana Fernández por ‘Solas’ de Benito Zambrano, otra obra maestra me atrevería a decir -hoy ando generosa con los nombres y los adjetivos, así que mejor juzgad vosotras- pero considero que podían haber hecho una excepción y haber concedido el goya exequo. Porque Antonia también lo merecía. Fue el año de la ceremonia que dirigió Rosa Vergés en Barcelona y que presentó la propia Antonia. 2000 para más señas. Dispensen la dispersión. Regreso ya.
Leo con atención un artículo publicado ayer en el diario ‘El País’ y conste que estos días me cuesta concentrarme Dios y ayuda, debe ser el calor, el tiempo mareante y la lluvia que viene y va. Digo yo. El titular no tiene desperdicio ‘Actrices contra el ‘botox’ y por la arruga’. En dos grandes fotos aparecen Nicole Kidman y Emma Thompson. No sabría escoger entre el talento de una y el talento de la otra. Para mí son gigantes las dos. Luego los ejemplos que se citan a favor o en contra, incluida nuestra querida Penélope, lo único que consigue es que pienses 'ni con las unas ni con las otras'. Depende.
Estoy de acuerdo en que cuando tenga 80 años –ojalá llegue- quiero parecer una mujer de ochenta años, pero y ¿mis tetas? Siempre he pensado que mi cara puede ir envejeciendo a su ritmo, pero mis tetas las amo tanto que tendría dudas, la verdad. Y si no me atreviera en un futuro, espero que lejano, a pasar por quirófano sería por el pánico que le tengo a esos sitios con luces artificiales que más que una sala de operaciones quirúrgicas parece el interior de una nave espacial abandonada -por citar a Alaska- que te transportará a una dimensión desconocida, ninonino, ninonino.
La cuestión es lo que dice Agrado / Almodóvar, si una quiere parecerse a lo que siempre soñó de sí misma, pues adelante, que escoja una clínica bien reputada y que haga lo que considere necesario. Bien es cierto que ha habido chapuzas que sólo Dios las arreglaría. Pero como el otro día en portada de ‘El semanal dominical' de 'El País’ ya mencionaban a un cirujano como Dios, pues eso, que a lo mejor lo arregla otro Dios. Igual es que hay varios. No sé. Yo como soy católica creo en la Santísima Trinidad y no son de este mundo.
Vale, de acuerdo, me posiciono. Porque hay que mojarse, cáspita. Si una no se moja es como si hablara de la eternidad de las flores. La arruga es bella, dijo maese Adolfo Domínguez, paisano mío y de mi familia. Y sí, la arruga es bella y hasta añadiría que desde que sé ver la belleza, me gustan casi todas, operadas o naturales.