
De pronto la Condesa Olenska va vestida de rojo y se me aparece en sueños y combate a la novia vestida de negro que me espera en el altar. Porque la Condesa Olenska puede con todo. Su amor sobrevive a ella misma y a su libre pensapoamiento. Su renuncia es su victoria. El tonto y rígido Newland, más víctima que ningún otro de sus propias reglas que cree que por estar imbuido de la literatura europea puede salvarse de su predestinación hasta cierto punto edípica, de ese matrimonio previsible a la postre feliz. Ya que la felicidad no es otra cosa que la adaptación a las circunstancias que a uno le poseen. Newland es sacrificado en la pita de piedra de los druidas porque los druidas saben qué tienen que hacer contra aquellos que no siguen las pautas de su salvajismo. Olenska las sigue, la novia vestido de negro también, pero Newland desobedece su yo salvaje y es sacrificado.
Pero con quien sueño es con Michelle Pfeiffer, un sueño consciente. Sueño que por fin le dan el Oscar, pero no como hicieron con Al Pacino, por una película menor haciendo de ciego cuando es, irónicamente, uno de los actores que más ve; pareja cinematográfica con Michelle en esa espléndida peli aquí titulada ‘El precio del poder’ y de la romántica ‘Frankie and Jhonny’ que ya sólo por ellos vale la pena ver. Mas no nos pongamos historiográficas y guiquipedísticas, aunque la tentanción sea grande.
Ahora se comenta que por su última película, ‘Chéri’, dirigida por Stephen Frears (el mismo de ‘Dangerous liaisons’ o lo que es lo mismo ‘Las amistades peligrosas’) todavía no estrenada aquí, se lo dan seguro. Pero seguro seguro es que nos vamos a morir aunque ni siquiera sabemos si sólo vamos a desaparecer, morir y punto. Otra también de época ‘Chéri’, pero a las que queremos que Michelle (entre otras, hoy le toca a ella) se lleve el tocho dorado, no se nos ha olvidado Madame de Tourvel (también merecía el oscar la gran Glenn Close, nominada, y el gran Malkovich ¡al que ni siquiera nominaron!, que se registre una vez más, por favor: ¿acaso es una peli maldita? Porque estos tres gigantes jamás han obtenido al tiet Òscar). Y puestas a recordar trabajos voy a destacar la Suzie Diamond de ‘Los fabulosos Baker Boys’ con los hermanos Bridges (adoro a ‘starman’ o lo que es lo mismo, Jeff; pregunta: ¿tiene Óscar Jeff? Increíble, tampoco, siendo como ha sido el protagonista de dos obras maestras como son ‘The last Picture Show’ y ‘Texasville’ ambas de Peter Bogdanovich), ni se me ha olvidado la artista manipuladora Ingrid Magnussen de ‘La flor del mal’, lo digo por citar unas cuantas interpretaciones que merecerían cualquier premio, incluído el óscar. Tiene más, pero os las dejo a vosotras.
Yo es que con Michelle Pfeiffer me pasa como con Julia Roberts, Laura Linney, Bruce Willis, Demie Moore (sí, soy megafreak, ¿y qué?) y alguna que otro que me reservo para próximos post cinematográficos, y es que cuando veo que programan una peli suya, buena o mala, no me las pierdo.