THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

lunes, 9 de noviembre de 2009

Hacer reír


Hacer reír. Escribir comedia. Dar réplicas no sólo ingeniosas sino que sustraigan esa cosa tan importante que es la risa. Si no tenemos risa, estamos muertos, todo cae, los párpados, las pestañas, las bolsas de los ojos se acentúan, aquella comisura comienza a marcarse peligrosamente, las patas de gallo no hallan respiro, los michelines insisten en crecer y crecer, los pies se ponen planos… Todo se descuarinja. Hay que reír más. Pero qué triste es escribir una comedia y que nadie se ría. Incluso que algún atrevido se distraiga con suspiros mientras mira de soslayo el reloj porque el tiempo no pasa, el argumento no convence y los gags se precipitan al olvido más horrible.
A mí me han llamado loca con cariño, mira que eres tonta con ternura, qué payasa eres con no menos dulzura, porque en la vida real doy buenas réplicas y digo cosas tan tontas que de megatontas la gente se ríe. Pero metapasar eso a la ficción no siempre es cosa fácil. Hay gente que tiene gracia en la vida real y que luego delante de un micro o una cámara cae en picado cual cuello de avestruz buscando un agujero.
Entro en la recta final y todas las dudas se agolpan en mis sienes. Creo que he escrito algo gracioso, pero a veces me sobreviene una hiper-realidad que hace que me pregunte: ¿realmente esto que voy a decir tiene gracia? ¿O sólo me río yo? De todos modos, me convenzo de que si al menos me río yo, de que si al menos nosotras nos lo pasamos bien, el público tendrá una media sonrisa en la cara aunque no ría a carcajadas, que es lo que me gustaría y lo más difícil, claro.
Así que seguimos para dentadura blanca con labios abiertos. Porque no hay cosa más hermosa que la risa de una persona contenta.
Ahí vamos.

3 comentarios:

SBP dijo...

Darling, tú siempre nos haces reír. Fuera y dentro del escenario. Y también nos haces sonreír, con todos los matices que supone una sonrisa. De nostalgia, de ocurrencia, de ingenio, de ternura, de sorpresa y de inocencia.

Laura Freijo Justo dijo...

querida Gina,
ahora mismo, me dejas sin palabras, sólo se me ocurre que eres maravillosa y que tu apoyo es algo que llevo siempre conmigo.
Mua gigante!

Anónimo dijo...

muy buen texto, volveré por aquí.