miércoles, 18 de noviembre de 2009
Ser y no ser, esa es la cuestión
No voy a ponerme romántica. Ni loca. Voy a ser sensata. Caminar por la acera. Aunque eso no me impida ver el otro lado. Una carcajada espontánea que contagia la memoria de sonrisa. Los procesos de trabajo artísticos cuando son buenos dejan hueco de ausencia pero también restos de bienestar. Quedan ganas de volver. De repetir. De inventar nuevas cosas para seguir pergeñando ficciones que mostrar para que otros y otras puedan contemplarlos. El eco todavía resuena en mi paladar.
Sueño con comedias de mucha mucha risa. Reírse es recuperar el mundo. Una risa clara. Una risa inocente. Una risa donde cabe la vida. Una risa por donde pasa el amor. La divina tierra me toca con su barita mágica y dispongo del elixir con el que inundar el mundo de una risa enorme, gigante; un sunami de buen humor, un terremoto de felicidad, un maremoto que cuando ha pasado deja un bienestar igual al de la felicidad de existir porque sí.
Y todo sigue. Apenas nos paramos un rato para luego seguir hacia otro sitio. Nunca sabemos si damos vueltas en círculo o trazamos recorridos en línea recta. Pero ahí estamos. Hay amores que no pueden ser y así está bien que no sean. Las fantasías para la ficción, la realidad para el corazón.
Ser y no ser, esa es la cuestión
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2 comentarios:
A mí tu sunami cómico me hizo mucho bien, que hasta el rostro lo tengo estos días contraídos del estrés. "Pergeñar"... Me encantan los verbos que no recuerdo.
Y es que hay que pergeñar nuevas cosas, Gina, para seguir en activo-vivo... Fue muy guay que vinieras!
Besote!
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