miércoles, 30 de diciembre de 2009
2010
Cuando era impar iba a contracorriente, ahora adoro la parsimonia natural del par. Costó hacer la transición, pero llegué a par. Y este año es redondo. Año diez del segundo milenio. Guau. Abro la puerta de la esperanza porque el caballo de la alegría está pidiendo a gritos trotar bajo la luna llena. En el camino nos vamos a encontrar, tú y yo, estoy segura. Proyectos, ilusión, sueños, porque todavía quedan tantos sueños por cumplir. Puede que con los años hayamos aprendido a fantasear cosas posibles, pero he ahí la gracia del asunto, cumpliendo lo posible seguimos aspirando a lo imposible. Nuestro techo está lleno de estrellas.
Quedan muchos libros por leer, muchas películas inolvidables por ver, tantos textos por escribir y, sobre todo, amor, amor a rienda suelta para dar y recibir. Me quedo con la simplicidad de ese triunvirato ineludible que siempre se desea: salud, dinero y amor. Un puñado de versos de los mejores poetas que nos acompañe en el camino de nuestros deseos. Y encuentros, cuántos encuentros sorprendentes por vivir. Porque las personas siguen siendo el paisaje que más me gusta transitar. Y no hay cosa más hermosa que descubrir la grandeza de una persona en el día a día.
Brindo por el año 2010, la fe y la vida.
¡Felices años diez!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
¿Por qué esa manía de escribir "sobretodo" y no "sobre todo"?
Feliz año.
Corregido
Feliz año, ¡guapa!
Feliz 2010, Gina!!!
Publicar un comentario