THE LESBIAN SISTERS

THE LESBIAN SISTERS
Fotos de Eugenia Gusmerini

viernes, 15 de enero de 2010

24


La sociedad norteamericana se construyó sobre una base ineludible de violencia. Un territorio inabarcable que cada vez recibía a más emigrantes de la vieja Europa, procedentes de todo tipo de estrato social, juntaba a diferentes religiones, diferentes filosofías de vida, y luego los esclavos negros, toda una amalgama de culturas que de algún modo se vieron forzadas a unirse para sobrevivir a un territorio poblado por las naciones indias y por una naturaleza tan bella como insondable en algunas zonas. El género cinematográfico por excelencia que reconoce esta violencia es el western. Borges dijo que era el único género épico del siglo XX. El héroe solitario ajusticia a sus enemigos a pesar de todo tipo de dificultades. Ahí está por ejemplo, ‘Sólo ante el peligro’.
‘24’ bebe de esta tradición. Jack Bauer es un agente federal de la Unidad Antiterrorista del gobierno norteamericano. En la primera temporada tiene que hacer frente a una conspiración terrorista que quiere liquidarlo a él, a su familia y al candidato demócrata para las presidenciales, David Palmer, que es negro, el primer candidato negro a la Casa Blanca. Ambos están vinculados a una operación secreta que tuvo lugar en Kosovo en la que se liquidó a Víctor Drazen y a su mujer y su hija. Los veinticuatro capítulos de los que consta la primera temporada son pólvora pura. No dan tregua al espectador. Lo que me encanta de las series, las buenas series norteamericanas, es que siempre van al límite. Siempre sucede algo más que gira 180º la trama y lo pone todo patas arriba y pocas veces te imaginas cómo los guionistas lograrán salvar a los buenos, pero lo hacen.
Llevo una semana abducida por la acción de 24. Y ahora la cuestión es: ¿quiero seguir viendo la segunda temporada que continuará con las expectativas no cerradas de esta primera? Mi lado adictivo no tiene dudas, quiero. Pero la cuestión es: ¿tienen las series norteamericanas un final satisfactorio para la adicción que crean? Me temo que la respuesta no es positiva.
Sin embargo, el jinete solitario siempre cabalga de nuevo.

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