THE LESBIAN SISTERS

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Fotos de Eugenia Gusmerini

domingo, 25 de abril de 2010

Lo real y los símbolos


Como no soy una analista, ni entiendo de economía, ni de nada que no sea yo misma, me puedo permitir ciertos lujos. Así que como decían aquellos, hoy hablaremos del gobierno.
Es cierto que todos y todas conocemos casos de familias que se han quedado en el paro, algunas están a punto de dejar de cobrar la ayuda de 420 euros, otras hacen lo que pueden y tiran a favor de la supervivencia. Mi madre me contaba cómo una amiga mía había dejado el carrito de la niña en la parroquia del barrio y en menos de cinco minutos una señora ya lo reclamaba. Hay necesidad y cada vez se nota más. Es en estos momentos es cuando toca arrimar el hombro y ser un poco generoso, aunque a nadie le sobre. Cuando menos aquello que no te sirve, dalo para que le sirva a otro o a otra.
A nivel europeo, Grecia no tira. Alemania dice que la ayudará, pero se ronea. El resto de Europa, está por la labor. Y Zapatero es partidario de acudir al rescate. Desde luego siempre esperando el retorno de lo prestado. En eso hay que ser muy gallego, dinero prestado dinero devuelto, las deudas no son sanas. En ningún sentido. Ahora bien, lo que está claro es que más allá del hundimiento de la banca y el sistema económico griego, lo que está en juego es la cuna de nuestra civilización. Y si los símbolos cuentan, éste no puede dejarse de lado. Grecia no puede irse al garete porque su desastre es el nuestro. Insisto, los símbolos nos representan. Es como si en Barcelona nos quedamos sin la Sagrada Familia, más allá de que pueda hacer daño a la gente que pase por allí, Barcelona se quedaría sin corazón. Por supuesto que somos capaces de construir otro templo, pero no el mismo. ¿Qué nos pasó con las torres gemelas? Exactamente lo mismo. Todos morimos un poco aquel día.
Más allá de las banderas, que nunca me han gustado, existen otros símbolos que nos representan y me parece que hay que cuidarlos porque todos proyectamos lo que somos en lo material que nos rodea. Lo real nos salva, salvemos pues lo real.
El ágora puede discutir lo que sea, pero hay cosas que están claras.

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