Rousseff, Fernández, Boenher

Me encanta ir a la biblioteca y repasar todos los diarios para comparar aquellas noticias que me llaman la atención. Ayer, por ejemplo, la sección de Internacional giraba entorno, entre otras cosas, a la victoria de Dilma Rousseff en Brasil como tema principal, retratos tanto de corresponsales como de periodistas de las diferentes redacciones llenaban las páginas de la sección así como crónicas y artículos de opinión. Lo que más me llamó la atención es el incapie que todos los textos hacían sobre su seguidismo de la obra de Lula, pero no sólo como una herencia que ha levantado un país que en pocos años ha transformado una economía deficitaria en una de las emergentes más potentes del mundo sino como una especie de marioneta cuyos hilos iba a seguir manejando Lula desde la oscuridad. El titular del diario 'O Estado' no dejaba lugar a dudas: 'Una victoria de Lula'.
Por otro lado, me venía a la cabeza la muerte de Néstor Kirchner de hace unos días. Lo que los medios de comunicación se preguntaban, y hasta la opinión pública, según analistas expertos en la situación política de Argentina, era algo así como '¿será capaz Cristina Fernández de Kirchner de seguir la acción de gobierno manteniendo el país a flote?'
La sociedad patriarcal ha acuñado diferentes dichos como marca de la casa, es muy popular aquella de 'detrás de cada hombre hay una gran mujer'. Estas dos observaciones me hacen inventar un dicho en el mismo sentido pero al revés, 'la mano que mece la cuna de una mujer en el poder siempre es un hombre con dotes desde la sombra'. Puede que esté siendo malpensada, porque hay casos, como el de Medvedev en Rusia, del que se dijo lo mismo, que Putin iba a seguir manejando el cotarro y son dos hombres. Lo dejo en el aire para la opinión de cada uno y cada una de nosotras.
Siguiendo el hilo de la frase de marras de Pérez Reverte a raíz de las palabras emocionadas de despedida del ministro Moratinos, me pregunto si también opina lo mismo del que será Presidente de la Cámara de Representantes en EEUU relevando a la demócrata Nancy Pelosi, el republicano John Boenher quien se ha emocionado al decir las clásicas palabras de 'siempre he perseguido el sueño americano' delante de su parroquia al conocer los resultados de las votaciones. También Dilma Rousseff, es cierto, se emocionó al comparecer una vez confirmada la victoria. Parece que hay muchos gobernantes internacionales que no tienen güevos.